La semana pasada, hablando con un amigo que lleva años bregando en el mundillo, me soltó una frase que me hizo reflexionar durante mucho tiempo: en este mercado, la clave ya no es qué moneda eliges, sino cuándo entras y cuándo sales.

Si miramos atrás estos últimos años, demasiada gente sigue dándole vueltas a si es más fiable el spot o los futuros. Pero el mercado ya no sigue el guion de siempre: esa estrategia de "compro y me olvido, que el tiempo hará el trabajo" ha demostrado no funcionar en este ciclo.

Tengo un amigo inversor que en el último mercado alcista se puso all-in en spot y juraba que iba a mantener a largo plazo. Cuando el mercado giró, su cuenta pasó de 120.000 USDT a poco más de 10.000. Lo más duro no fue la pérdida en sí, sino que en realidad había elegido bien las monedas, el problema fue ignorar por completo el ritmo del ciclo.

Yo mismo también he metido la pata antes, creyendo que aguantar era igual a ganar. Pero la realidad me enseñó que si no aseguras beneficios, el mercado te los quita en cualquier momento.

Con el tiempo cambié mi enfoque: dejé de apostar por la dirección y empecé a centrarme en el timing. Si hay volatilidad, entro; si hay ganancias, las cobro. Aunque cada vez solo saque un 10% o 20%, lo importante es que sea estable y replicable.

Por ejemplo, hace unos días con COAI, abrí un corto en 14,9 y menos de 24 horas después cerré en 14,1, embolsándome 9.800 USDT en esa operación. No fue suerte, sino una gestión precisa del ritmo del mercado.

Ahora mismo, el mercado es una prueba de paciencia. Las monedas principales están planas y aburridas, las altcoins no se mueven, ¿sigues soñando con multiplicar por diez o cien? Despierta, si de verdad quieres sobrevivir en el mercado, primero aprende a defenderte.

Siempre repito una frase: ganar dinero depende del sentido del ritmo; conservarlo, de la gestión de posiciones.

Coge un trozo de la tarta y retírate, mejor pájaro en mano. Ganancias pequeñas cada mes, interés compuesto cada año: esa es la clave para durar.

Antes todos creían en historias, perseguían tendencias; ahora toca confiar en la ejecución y la disciplina. Hay gente que sabe leer el mercado por todas partes, pero solo los que saben ajustar a tiempo tras equivocarse son verdaderos veteranos.

Ya va más de medio 2025, os dejo una frase: no seas un cazador de sueños, sé un maestro del ritmo.

No apuestes por hacerte rico de golpe, apuesta por crecer de forma estable. El rumbo lo marca el mercado, el ritmo lo marcas tú.

Ocho años de altibajos, y he sobrevivido controlando el ritmo.