En 2025, el mercado cripto formó su primera curva de riesgo completa: desde activos de reserva y activos de rendimiento hasta capas de actividad, institucionales e innovación fronteriza. La industria ya no está impulsada por una sola narrativa, sino por flujos de capital estructurados.
BTC, ETH, Solana, RWA y AI × Crypto asumen respectivamente los roles de capas de liquidación, rendimiento, actividad, institucional y crecimiento, otorgando al mercado cripto todos los elementos esenciales de un sistema financiero funcional.
Así, 2025 no es un año de ciclo alcista tradicional, sino el primer año realmente fundamental en el que las finanzas digitales toman forma y la lógica de asignación de capital se vuelve definible por primera vez.
2025 marca la primera vez que el mercado cripto desarrolla una curva de riesgo clara y coherente. De BTC y ETH a Solana, RWA y AI × Crypto, cada clase de activo ha comenzado a asumir una función financiera distinta, completando la evolución del sistema financiero digital del caos a la estructura.
Durante más de una década, la industria cripto fue retratada a menudo como una “cámara de especulación de alta volatilidad”. Pero a partir de 2025, esa descripción finalmente se desmorona. No porque las narrativas se hayan suavizado, sino porque las fuentes fundamentales de capital, liquidez y funcionalidad de los activos están experimentando una transformación profunda e irreversible.
Activos antes descartados como “caóticos e imposibles de valorar” ahora están siendo redefinidos por el capital institucional, la claridad regulatoria y el uso verificable. Y esta redefinición está dando lugar—por primera vez—a una curva de riesgo estratificada que se asemeja a la de los mercados financieros tradicionales.
En otras palabras:
Antes de 2025, cripto solo tenía “riesgo” y “más riesgo”.
Después de 2025, por fin tiene estructura: Reserva → Rendimiento → Actividad → Institucional → Frontera.
Esta estructura no surgió a través de un diseño de arriba abajo. Surgió de forma natural a partir de cambios en el comportamiento del capital, la postura regulatoria, la demanda de los usuarios y la evolución tecnológica.
Por eso el ciclo actual es fundamentalmente diferente de cualquier mercado alcista anterior: no es una repetición de euforia especulativa, sino una reconstrucción estructural.
Solana: Una cadena cuyo impulso proviene de los usuarios, no de las narrativas
El auge de Solana no es sorprendente, pero lo que vale la pena estudiar es el mecanismo que hay detrás.
En 2021, Solana creció vendiendo la historia de una “blockchain de alta velocidad”.
En 2024–2025, está creciendo gracias a un uso real, verificable e imposible de falsificar on-chain.
Este cambio significa que Solana ya no es meramente un “L1 rápido”, sino una economía on-chain de grado consumidor, alto atractivo cultural y alta liquidez.
Según DefiLlama, el TVL de Solana aumentó de 3.500 millones de USD a más de 12.000 millones de USD. Sin embargo, el TVL por sí solo no puede explicar su impulso. Lo que realmente importa es la aparición de un mecanismo de autorrefuerzo de liquidez que ningún L1 había visto antes:
Las memecoins generan narrativa
Las narrativas atraen usuarios
Los usuarios impulsan transacciones
Las transacciones incentivan a los desarrolladores
Las aplicaciones traen más usuarios
Esto se asemeja a los efectos de red de TikTok o Pinduoduo—no porque la tecnología sea avanzada, sino porque la experiencia es divertida, de retroalimentación instantánea y de baja fricción.
Esta dinámica ha convertido a Solana en el “portador de atención y liquidez” más fuerte en cripto. En la curva de riesgo, cae de forma natural en la capa de actividad de alta liquidez, alta velocidad, sensibilidad cultural y orientada al retail—un híbrido que se asemeja a small-caps del Nasdaq × redes sociales × economía del gaming.
Solana ya no es uno más de los L1. Es la Capa de Actividad de cripto.
Ethereum y Restaking: La formación de un mercado de tipos de interés on-chain
Si Solana representa la vitalidad del consumidor cripto, Ethereum representa su base financiera de grado institucional.
El auge de EigenLayer no es solo un éxito de producto—marca una evolución estructural en el modelo económico de Ethereum. ETH ha pasado de ser capital productivo digital a colateral programable—y el colateral es el insumo más crucial para la formación de tipos de interés en las finanzas tradicionales.
El TVL de EigenLayer pasó de menos de 2.000 millones de USD a más de 15.000 millones de USD en un año—no por especulación, sino porque ETH se está convirtiendo en un activo similar a un bono aceptado institucionalmente: tiene rendimiento, riesgo, utilidad y una base de valoración ligada a expectativas de riesgo específicas de AVS.
Ethereum ahora posee:
Tipos de interés endógenos (staking rate)
Tipos de interés exógenos (restaking yield)
Primas de riesgo (slashing risk premium)
Transmisión de crédito entre aplicaciones (AVS trust layer)
Juntos, estos elementos constituyen los fundamentos de un verdadero mercado de tipos de interés y crédito. ETH está surgiendo como el proto “ancla de tasa libre de riesgo” de las finanzas multichain.
La implicación es profunda: la valoración de ETH ya no está impulsada solo por el uso, sino por su papel como principal activo portador de riesgo del sistema—similar al crédito soberano o los bonos gubernamentales.
Así, en la curva de riesgo cripto, Ethereum ocupa claramente la Capa de Rendimiento, sirviendo como la infraestructura financiera del sistema para la valoración del riesgo.
Bitcoin: La capa de liquidación y reserva en la base de la curva
En este ciclo, el doble papel de Bitcoin como activo de reserva digital + capa de liquidación global se ha reforzado y formalizado a través de los ETF.
Según BitcoinTreasuries, las tenencias institucionales ahora superan 1.000.000 BTC, lo que significa que una proporción creciente de la oferta está siendo inmovilizada. Esto reduce la elasticidad del mercado y estabiliza estructuralmente el riesgo.
Mientras tanto, las tarifas de Ordinals y BRC-20 han desplazado el modelo de seguridad de Bitcoin de la dependencia de los subsidios de bloque hacia el sostenimiento mediante tarifas de mercado, proporcionando por primera vez seguridad económica a largo plazo.
Así, la posición de BTC en la curva de riesgo es inequívoca: es el activo de liquidación incondicional del sistema, la capa más estable y menos sustituible de las finanzas digitales.
RWA: Cuando los reguladores, los bancos y las blockchains finalmente se alinean
RWA marca el primer punto genuino de convergencia entre regulación, instituciones e infraestructura blockchain.
Datos de DefiLlama muestran que BUIDL de BlackRock, el fondo de bonos del Tesoro de EE.UU. en blockchain, mantiene más de 2.200 millones de USD, convirtiéndose en el mayor pool de bonos tokenizados de la historia—y señalando que las instituciones están entrando en cripto a través de RWA y no al margen.
Crucialmente, los flujos hacia RWA provienen de capital de larga duración, asignadores institucionales y actores de infraestructura financiera—no del retail nativo cripto.
Esto convierte a RWA en la capa de rendimiento de bajo riesgo del futuro.
Si BTC es liquidación, y ETH es rendimiento—RWA es flujo de caja institucional, el puente que conecta de forma permanente el capital TradFi con las infraestructuras cripto.
AI × Crypto: La capa fronteriza y el motor de crecimiento de la próxima década
AI × Crypto importa no porque esté de moda, sino porque introduce un modelo económico que nunca antes existió: la demanda de IA por computación y datos se alinea de forma natural con los incentivos y mecanismos de verificación de la blockchain.
Esto convierte a AI × Crypto en la capa fronteriza de mayor retorno asimétrico de la curva de riesgo—probablemente definirá la era 2025–2035 como internet móvil definió la década 2010–2020.
Conclusión: 2025 es el primer año real de la arquitectura financiera digital
La curva de riesgo que emerge en 2025 no es resultado de la explosión de un solo ecosistema, sino el primer resultado estructural formado orgánicamente tras una década de prueba y error.
El mercado ahora opera no solo por narrativa, sino por fuentes reales de capital, estratificación clara de activos, maduración del comportamiento del usuario y claridad regulatoria progresiva.
Cripto finalmente tiene una jerarquía económica coherente:
Capa de Reserva — Bitcoin (BTC): La base de liquidación y ancla de valor; el referente de estabilidad del sector.
Capa de Rendimiento — Ethereum y Restaking: La formación de tipos de interés on-chain, primas de riesgo y coste de capital.
Capa de Actividad — Solana: Actividad económica de alta velocidad y orientación cultural impulsada por la demanda retail.
Capa Institucional — RWA: Flujos de caja tokenizados del mundo real que conectan el capital global con las infraestructuras cripto.
Capa Frontera — AI × Crypto: La nueva frontera de crecimiento que permite retornos no lineales y asimétricos.
Juntas, estas capas otorgan a cripto, por primera vez, la capacidad de formar un sistema económico completo, y no solo una colección de activos especulativos.
De aquí en adelante, el mercado preguntará cada vez más:
¿Cómo se asignará el capital entre las capas de riesgo?
¿Cómo se transmite el valor entre infraestructuras?
¿Cómo cristalizan los comportamientos de los usuarios en actividad económica real on-chain?
Esto no es un cambio de sentimiento de mercado. Es el nacimiento de un sistema.
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〈2025: The First True Risk Curve in Crypto〉este artículo se publicó originalmente en 《CoinRank》.
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2025: La primera curva de riesgo real en cripto
En 2025, el mercado cripto formó su primera curva de riesgo completa: desde activos de reserva y activos de rendimiento hasta capas de actividad, institucionales e innovación fronteriza. La industria ya no está impulsada por una sola narrativa, sino por flujos de capital estructurados.
BTC, ETH, Solana, RWA y AI × Crypto asumen respectivamente los roles de capas de liquidación, rendimiento, actividad, institucional y crecimiento, otorgando al mercado cripto todos los elementos esenciales de un sistema financiero funcional.
Así, 2025 no es un año de ciclo alcista tradicional, sino el primer año realmente fundamental en el que las finanzas digitales toman forma y la lógica de asignación de capital se vuelve definible por primera vez.
2025 marca la primera vez que el mercado cripto desarrolla una curva de riesgo clara y coherente. De BTC y ETH a Solana, RWA y AI × Crypto, cada clase de activo ha comenzado a asumir una función financiera distinta, completando la evolución del sistema financiero digital del caos a la estructura.
Durante más de una década, la industria cripto fue retratada a menudo como una “cámara de especulación de alta volatilidad”. Pero a partir de 2025, esa descripción finalmente se desmorona. No porque las narrativas se hayan suavizado, sino porque las fuentes fundamentales de capital, liquidez y funcionalidad de los activos están experimentando una transformación profunda e irreversible.
Activos antes descartados como “caóticos e imposibles de valorar” ahora están siendo redefinidos por el capital institucional, la claridad regulatoria y el uso verificable. Y esta redefinición está dando lugar—por primera vez—a una curva de riesgo estratificada que se asemeja a la de los mercados financieros tradicionales.
En otras palabras:
Antes de 2025, cripto solo tenía “riesgo” y “más riesgo”.
Después de 2025, por fin tiene estructura: Reserva → Rendimiento → Actividad → Institucional → Frontera.
Esta estructura no surgió a través de un diseño de arriba abajo. Surgió de forma natural a partir de cambios en el comportamiento del capital, la postura regulatoria, la demanda de los usuarios y la evolución tecnológica.
Por eso el ciclo actual es fundamentalmente diferente de cualquier mercado alcista anterior: no es una repetición de euforia especulativa, sino una reconstrucción estructural.
Solana: Una cadena cuyo impulso proviene de los usuarios, no de las narrativas
El auge de Solana no es sorprendente, pero lo que vale la pena estudiar es el mecanismo que hay detrás.
En 2021, Solana creció vendiendo la historia de una “blockchain de alta velocidad”.
En 2024–2025, está creciendo gracias a un uso real, verificable e imposible de falsificar on-chain.
Este cambio significa que Solana ya no es meramente un “L1 rápido”, sino una economía on-chain de grado consumidor, alto atractivo cultural y alta liquidez.
Según DefiLlama, el TVL de Solana aumentó de 3.500 millones de USD a más de 12.000 millones de USD. Sin embargo, el TVL por sí solo no puede explicar su impulso. Lo que realmente importa es la aparición de un mecanismo de autorrefuerzo de liquidez que ningún L1 había visto antes:
Las memecoins generan narrativa
Las narrativas atraen usuarios
Los usuarios impulsan transacciones
Las transacciones incentivan a los desarrolladores
Las aplicaciones traen más usuarios
Esto se asemeja a los efectos de red de TikTok o Pinduoduo—no porque la tecnología sea avanzada, sino porque la experiencia es divertida, de retroalimentación instantánea y de baja fricción.
Esta dinámica ha convertido a Solana en el “portador de atención y liquidez” más fuerte en cripto. En la curva de riesgo, cae de forma natural en la capa de actividad de alta liquidez, alta velocidad, sensibilidad cultural y orientada al retail—un híbrido que se asemeja a small-caps del Nasdaq × redes sociales × economía del gaming.
Solana ya no es uno más de los L1. Es la Capa de Actividad de cripto.
Ethereum y Restaking: La formación de un mercado de tipos de interés on-chain
Si Solana representa la vitalidad del consumidor cripto, Ethereum representa su base financiera de grado institucional.
El auge de EigenLayer no es solo un éxito de producto—marca una evolución estructural en el modelo económico de Ethereum. ETH ha pasado de ser capital productivo digital a colateral programable—y el colateral es el insumo más crucial para la formación de tipos de interés en las finanzas tradicionales.
El TVL de EigenLayer pasó de menos de 2.000 millones de USD a más de 15.000 millones de USD en un año—no por especulación, sino porque ETH se está convirtiendo en un activo similar a un bono aceptado institucionalmente: tiene rendimiento, riesgo, utilidad y una base de valoración ligada a expectativas de riesgo específicas de AVS.
Ethereum ahora posee:
Tipos de interés endógenos (staking rate)
Tipos de interés exógenos (restaking yield)
Primas de riesgo (slashing risk premium)
Transmisión de crédito entre aplicaciones (AVS trust layer)
Juntos, estos elementos constituyen los fundamentos de un verdadero mercado de tipos de interés y crédito. ETH está surgiendo como el proto “ancla de tasa libre de riesgo” de las finanzas multichain.
La implicación es profunda: la valoración de ETH ya no está impulsada solo por el uso, sino por su papel como principal activo portador de riesgo del sistema—similar al crédito soberano o los bonos gubernamentales.
Así, en la curva de riesgo cripto, Ethereum ocupa claramente la Capa de Rendimiento, sirviendo como la infraestructura financiera del sistema para la valoración del riesgo.
Bitcoin: La capa de liquidación y reserva en la base de la curva
En este ciclo, el doble papel de Bitcoin como activo de reserva digital + capa de liquidación global se ha reforzado y formalizado a través de los ETF.
Según BitcoinTreasuries, las tenencias institucionales ahora superan 1.000.000 BTC, lo que significa que una proporción creciente de la oferta está siendo inmovilizada. Esto reduce la elasticidad del mercado y estabiliza estructuralmente el riesgo.
Mientras tanto, las tarifas de Ordinals y BRC-20 han desplazado el modelo de seguridad de Bitcoin de la dependencia de los subsidios de bloque hacia el sostenimiento mediante tarifas de mercado, proporcionando por primera vez seguridad económica a largo plazo.
Así, la posición de BTC en la curva de riesgo es inequívoca: es el activo de liquidación incondicional del sistema, la capa más estable y menos sustituible de las finanzas digitales.
RWA: Cuando los reguladores, los bancos y las blockchains finalmente se alinean
RWA marca el primer punto genuino de convergencia entre regulación, instituciones e infraestructura blockchain.
Datos de DefiLlama muestran que BUIDL de BlackRock, el fondo de bonos del Tesoro de EE.UU. en blockchain, mantiene más de 2.200 millones de USD, convirtiéndose en el mayor pool de bonos tokenizados de la historia—y señalando que las instituciones están entrando en cripto a través de RWA y no al margen.
Crucialmente, los flujos hacia RWA provienen de capital de larga duración, asignadores institucionales y actores de infraestructura financiera—no del retail nativo cripto. Esto convierte a RWA en la capa de rendimiento de bajo riesgo del futuro.
Si BTC es liquidación, y ETH es rendimiento—RWA es flujo de caja institucional, el puente que conecta de forma permanente el capital TradFi con las infraestructuras cripto.
AI × Crypto: La capa fronteriza y el motor de crecimiento de la próxima década
AI × Crypto importa no porque esté de moda, sino porque introduce un modelo económico que nunca antes existió: la demanda de IA por computación y datos se alinea de forma natural con los incentivos y mecanismos de verificación de la blockchain.
Esto convierte a AI × Crypto en la capa fronteriza de mayor retorno asimétrico de la curva de riesgo—probablemente definirá la era 2025–2035 como internet móvil definió la década 2010–2020.
Conclusión: 2025 es el primer año real de la arquitectura financiera digital
La curva de riesgo que emerge en 2025 no es resultado de la explosión de un solo ecosistema, sino el primer resultado estructural formado orgánicamente tras una década de prueba y error.
El mercado ahora opera no solo por narrativa, sino por fuentes reales de capital, estratificación clara de activos, maduración del comportamiento del usuario y claridad regulatoria progresiva.
Cripto finalmente tiene una jerarquía económica coherente:
Capa de Reserva — Bitcoin (BTC): La base de liquidación y ancla de valor; el referente de estabilidad del sector.
Capa de Rendimiento — Ethereum y Restaking: La formación de tipos de interés on-chain, primas de riesgo y coste de capital.
Capa de Actividad — Solana: Actividad económica de alta velocidad y orientación cultural impulsada por la demanda retail.
Capa Institucional — RWA: Flujos de caja tokenizados del mundo real que conectan el capital global con las infraestructuras cripto.
Capa Frontera — AI × Crypto: La nueva frontera de crecimiento que permite retornos no lineales y asimétricos.
Juntas, estas capas otorgan a cripto, por primera vez, la capacidad de formar un sistema económico completo, y no solo una colección de activos especulativos.
De aquí en adelante, el mercado preguntará cada vez más:
¿Cómo se asignará el capital entre las capas de riesgo?
¿Cómo se transmite el valor entre infraestructuras?
¿Cómo cristalizan los comportamientos de los usuarios en actividad económica real on-chain?
Esto no es un cambio de sentimiento de mercado. Es el nacimiento de un sistema.
Leer más: 7 métricas que todo inversor DeFi debe seguir
Meteora Solana: El motor oculto que impulsa el $16B boom DeFi de Solana
〈2025: The First True Risk Curve in Crypto〉este artículo se publicó originalmente en 《CoinRank》.