148 monedas, tres días de espera y el mágico «clin».
El 6 de diciembre de 2025 puse por primera vez mi moneda $NUMI a la venta. El corazón latía de emoción y los pensamientos iban a toda velocidad: ¿acertaré el tope o tendré que esperar más? Fue mi pequeño experimento, y al mismo tiempo una verdadera lección de paciencia.
Y así, esperé tres días. Tres días observando el mercado, estudiando gráficos, revisando noticias, y cada vez me sorprendía pensando: «¡Ana, qué lista eres, todo saldrá bien!». Esos días me reía, me ponía nerviosa, y a veces fingía estar ocupada en el trabajo, aunque en secreto revisaba la bolsa constantemente. Porque tenía curiosidad de saber adónde iba: ¿arriba o abajo? Cada salto del precio era un pequeño drama, cada bajada, una pequeña prueba de paciencia. Mis nervios y mi intuición competían sin parar: ¿quién ganaría, Ana o el mercado?
Y entonces, el 8 de diciembre, lunes (dicen que es un día difícil), llegó ese momento feliz. El mágico «clin» sonó en mi móvil a las 23:30. ¡Mi moneda se vendió! El corazón me latía de felicidad, las manos me temblaban y los ojos me brillaban de alegría. 148,17 $NUMI que puse a la venta por 0,075 $USDT, y los vendí justo a ese precio. Importe de la operación: 11,11275 $USDT, comisión por operación: 0,01111275, beneficio neto aproximadamente 0,7994 $USDT, o 33,6 grivnas. Poco para algunos, pero para mí fue una auténtica victoria.
Lo único que no tuve tiempo de hacer, y ni siquiera sabía en ese momento... Después vi en la captura de pantalla que debía «compartir mi operación». Simplemente no tenía los conocimientos para eso, no sabía que podía compartir mi alegría y mostrar mi pequeña victoria a los demás. Pero incluso sin eso, sentí una satisfacción y un orgullo increíbles, porque lo logré sola.
Este pequeño éxito es el resultado de tres días de paciencia, atención, intuición y un poco de fe en una misma. Sentí que elegí el momento correcto, que hice todo bien. ¡Ana, eres muy lista! —me decía a mí misma porque sabía que lo había conseguido.
El proceso de trading, desde elegir el par $NUMI/$USDT hasta pulsar el botón de «Vender», fue emocionante y cautivador a la vez. Cada acción, cada comprobación de cifras, cada clic era como un pequeño ritual, como una pequeña lección. Incluso si el mercado no hubiera llegado a mi precio, la experiencia habría sido invaluable. Y ahora puedo sentirme orgullosa: acerté el tope, pillé el momento y recibí mi mágico «clin».
Agradezco sinceramente a la plataforma, a todos los santos y al mundo entero por este éxito. Incluso un pequeño beneficio de la operación es felicidad. Tres días de espera, emoción, nervios y alegría se unieron en este momento. Y aunque esto solo es el principio —la práctica, el aprendizaje y la paciencia continúan— hoy celebro mi pequeña victoria. ¡Ay, Ana! ) ¿Tú creías en Ana?
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TFTrade
· 12-09 19:16
HODL fuerte 💪
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TFTrade
· 12-09 19:16
.
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GateUser-1c8a1331
· 12-09 16:18
Viendo de cerca 🔍
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Repanzal
· 12-09 14:19
HODL fuerte 💪
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Ucamkk001
· 12-09 12:37
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Ucamkk001
· 12-09 12:37
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Ucamkk001
· 12-09 12:37
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Ucamkk001
· 12-09 12:37
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Ucamkk001
· 12-09 12:37
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Xavi1
· 12-09 11:02
esperando un buen trabajo 💯esperando un buen trabajo 💯esperando un buen trabajo 💯esperando un buen trabajo 💯esperando un buen trabajo 💯esperando un buen trabajo 💯esperando un buen trabajo 💯
148 monedas, tres días de espera y el mágico «clin».
El 6 de diciembre de 2025 puse por primera vez mi moneda $NUMI a la venta. El corazón latía de emoción y los pensamientos iban a toda velocidad: ¿acertaré el tope o tendré que esperar más? Fue mi pequeño experimento, y al mismo tiempo una verdadera lección de paciencia.
Y así, esperé tres días. Tres días observando el mercado, estudiando gráficos, revisando noticias, y cada vez me sorprendía pensando: «¡Ana, qué lista eres, todo saldrá bien!». Esos días me reía, me ponía nerviosa, y a veces fingía estar ocupada en el trabajo, aunque en secreto revisaba la bolsa constantemente. Porque tenía curiosidad de saber adónde iba: ¿arriba o abajo? Cada salto del precio era un pequeño drama, cada bajada, una pequeña prueba de paciencia. Mis nervios y mi intuición competían sin parar: ¿quién ganaría, Ana o el mercado?
Y entonces, el 8 de diciembre, lunes (dicen que es un día difícil), llegó ese momento feliz. El mágico «clin» sonó en mi móvil a las 23:30. ¡Mi moneda se vendió! El corazón me latía de felicidad, las manos me temblaban y los ojos me brillaban de alegría. 148,17 $NUMI que puse a la venta por 0,075 $USDT, y los vendí justo a ese precio. Importe de la operación: 11,11275 $USDT, comisión por operación: 0,01111275, beneficio neto aproximadamente 0,7994 $USDT, o 33,6 grivnas. Poco para algunos, pero para mí fue una auténtica victoria.
Lo único que no tuve tiempo de hacer, y ni siquiera sabía en ese momento... Después vi en la captura de pantalla que debía «compartir mi operación». Simplemente no tenía los conocimientos para eso, no sabía que podía compartir mi alegría y mostrar mi pequeña victoria a los demás. Pero incluso sin eso, sentí una satisfacción y un orgullo increíbles, porque lo logré sola.
Este pequeño éxito es el resultado de tres días de paciencia, atención, intuición y un poco de fe en una misma. Sentí que elegí el momento correcto, que hice todo bien. ¡Ana, eres muy lista! —me decía a mí misma porque sabía que lo había conseguido.
El proceso de trading, desde elegir el par $NUMI/$USDT hasta pulsar el botón de «Vender», fue emocionante y cautivador a la vez. Cada acción, cada comprobación de cifras, cada clic era como un pequeño ritual, como una pequeña lección. Incluso si el mercado no hubiera llegado a mi precio, la experiencia habría sido invaluable. Y ahora puedo sentirme orgullosa: acerté el tope, pillé el momento y recibí mi mágico «clin».
Agradezco sinceramente a la plataforma, a todos los santos y al mundo entero por este éxito. Incluso un pequeño beneficio de la operación es felicidad. Tres días de espera, emoción, nervios y alegría se unieron en este momento. Y aunque esto solo es el principio —la práctica, el aprendizaje y la paciencia continúan— hoy celebro mi pequeña victoria. ¡Ay, Ana! )
¿Tú creías en Ana?
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