¿Esta vez sí que llega de verdad?

La gente de Wall Street ha empezado a cambiar su discurso. Antes publicaban informes llenos de expectativas, y ahora todos están reescribiendo sus modelos de predicción. Ahí están los datos de la herramienta FedWatch de CME: la probabilidad de que bajen los tipos 25 puntos básicos en la madrugada del jueves ya se ha disparado hasta el 89,6%. Todos los mercados globales están conteniendo la respiración esperando la respuesta.

¿Los tres principales índices bursátiles de EE. UU.? Una postura claramente expectante. El Dow Jones y el S&P han retrocedido ligeramente, el Nasdaq prácticamente no se ha movido, cayendo solo un 0,01%, como si no hubiera bajado. En cuanto a las acciones individuales, cada una con su propio rumbo: Nvidia subió un 0,64%, Tesla cayó directamente un 2,70%, Google y Apple también bajaron, un 1,3% y un 0,56% respectivamente. El mercado está esperando a que caiga el gran anuncio.

Pero lo más importante es la reacción en cadena. Los analistas están muy atentos: con este movimiento de la Reserva Federal, ya prácticamente queda definido el rumbo de la política monetaria de los bancos centrales de Suiza, Reino Unido, Europa y Japón para finales de diciembre. Una situación en la que todo está interconectado.

El índice del dólar tembló y luego volvió a subir, superando el nivel de 99. El renminbi offshore retrocedió hasta 7,07, el oro bajó un 0,32%, la plata cayó aún más, un 0,69%, y los futuros del petróleo se desplomaron más del 1%. El mercado de materias primas ya ha empezado a reaccionar por adelantado.

El asesor económico de la Casa Blanca, Hassett (supuestamente uno de los favoritos para suceder al presidente de la Fed), lo dijo claro el lunes: hay que seguir bajando tipos. Incluso sospecha que el actual presidente Powell probablemente también vea la bajada de tipos como la opción más prudente.

Ahora la cuestión es cómo se pondrán de acuerdo dentro de la Fed. Sea como sea que logren resolver sus diferencias, nosotros solo tenemos que esperar y ver qué pasa.