¿Alguna vez te has preguntado por qué Zapier y n8n se hicieron tan populares?

Claro, conectaron aplicaciones entre sí. Pero aquí está el verdadero truco: le dieron cerebro a los flujos de trabajo.

El paso A recuerda lo que sucedió. El paso B continúa donde lo dejó A. La salida se convierte en la siguiente entrada.

Ya no tienes que empezar de cero cada maldita vez.

¿Esa continuidad? Eso es lo que hizo que la automatización realmente funcionara.

Y sinceramente, Web3 podría aprender un par de cosas de ese enfoque.