#ETH走势分析 $ZEC Hay una frase que duele: la impulsividad es el demonio, liquidar todo es el final.
$FHE He visto a demasiada gente emocionarse y hacer capturas de pantalla para presumir cuando sube un 3 o 5%, y asustarse hasta liquidar todo por la noche cuando el precio cae por debajo de un soporte.
$XNY En el fondo, el mercado no mata a nadie; lo que realmente revienta la cuenta casi siempre son las propias emociones descontroladas.
Llevo en este mercado dos ciclos completos de toro y oso, y no ha sido por información privilegiada ni porque tenga ninguna cualidad especial. Simplemente he ido limando poco a poco ese instinto de apostar, reprimiendo la impulsividad, y al final lo que queda es el beneficio que puedes guardar en el bolsillo.
El primer año, yo también era un joven apasionado. Si veía que otros recomendaban comprar, yo iba detrás; si escuchaba que alguna moneda iba a despegar, corría a comprar, con miedo de perder la oportunidad de hacerme rico por llegar un segundo tarde. ¿El resultado? En medio año, la cuenta cayó en picado como una montaña rusa, y fue entonces cuando me di cuenta: esto no es hacer trading, es apostar mis ahorros en una montaña rusa emocional.
Lo que más recuerdo es una noche en la que encadené tres operaciones con pérdidas; me quedé media hora mirando el saldo, dándole vueltas a una sola idea: "Si sigo así, tarde o temprano lo perderé todo."
Desde entonces, me obligué a cambiar tres hábitos:
**Primero, la frecuencia de las operaciones.** Antes podía abrir más de diez operaciones al día, ahora como mucho hago entre tres y cinco a la semana. No toco mercados basura ni opero cuando me puede la emoción, solo aprovecho las oportunidades que entiendo. No es que me haya vuelto cobarde, es que he entendido que el mercado no necesita que participes todos los días.
**Segundo, la gestión del capital.** Cuanto más volatilidad, más frío me mantengo. Justo cuando más ganas tengo de ir con todo, es la señal de reducir la posición. No es por miedo, es porque sé lo caro que sale dejarse llevar por la impulsividad.
**Por último, la mentalidad.** Si aciertas, es por la estrategia; si te equivocas, las reglas de stop loss te salvan. Nunca dejo espacio a la esperanza emocional, porque si le ganas una vez, la próxima vez se atreverá a hacerte apostar todo tu capital.
En resumen, el mercado siempre estará ahí y las oportunidades también. Pero si pierdes tu capital y tu mentalidad, eso sí que no vuelve.
Piénsalo: ¿seguirás siendo ese novato que persigue subidas y cae en las bajadas, o poco a poco te convertirás en el que acaba riendo el último?
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VitalikFanboy42
· 12-11 06:20
Hacer trading depende completamente de mantener la calma
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MetaLord420
· 12-11 02:47
Lo que se puede ganar, seguro que se gana
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SchrodingersFOMO
· 12-10 22:18
Una vez que se ha perdido todo, uno se vuelve tranquilo
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rugpull_ptsd
· 12-08 08:15
No es más que teoría.
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GetRichLeek
· 12-08 08:11
Solo los cobardes lúcidos sobreviven.
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ShibaMillionairen't
· 12-08 08:06
Lección aprendida a base de sangre
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BlindBoxVictim
· 12-08 08:05
Llevo un año en el mundillo y he perdido muchísimo.
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RooftopVIP
· 12-08 07:57
Si el mercado está bajista, simplemente abraza tu cartera y duerme.
#ETH走势分析 $ZEC Hay una frase que duele: la impulsividad es el demonio, liquidar todo es el final.
$FHE He visto a demasiada gente emocionarse y hacer capturas de pantalla para presumir cuando sube un 3 o 5%, y asustarse hasta liquidar todo por la noche cuando el precio cae por debajo de un soporte.
$XNY En el fondo, el mercado no mata a nadie; lo que realmente revienta la cuenta casi siempre son las propias emociones descontroladas.
Llevo en este mercado dos ciclos completos de toro y oso, y no ha sido por información privilegiada ni porque tenga ninguna cualidad especial. Simplemente he ido limando poco a poco ese instinto de apostar, reprimiendo la impulsividad, y al final lo que queda es el beneficio que puedes guardar en el bolsillo.
El primer año, yo también era un joven apasionado. Si veía que otros recomendaban comprar, yo iba detrás; si escuchaba que alguna moneda iba a despegar, corría a comprar, con miedo de perder la oportunidad de hacerme rico por llegar un segundo tarde. ¿El resultado? En medio año, la cuenta cayó en picado como una montaña rusa, y fue entonces cuando me di cuenta: esto no es hacer trading, es apostar mis ahorros en una montaña rusa emocional.
Lo que más recuerdo es una noche en la que encadené tres operaciones con pérdidas; me quedé media hora mirando el saldo, dándole vueltas a una sola idea: "Si sigo así, tarde o temprano lo perderé todo."
Desde entonces, me obligué a cambiar tres hábitos:
**Primero, la frecuencia de las operaciones.**
Antes podía abrir más de diez operaciones al día, ahora como mucho hago entre tres y cinco a la semana. No toco mercados basura ni opero cuando me puede la emoción, solo aprovecho las oportunidades que entiendo. No es que me haya vuelto cobarde, es que he entendido que el mercado no necesita que participes todos los días.
**Segundo, la gestión del capital.**
Cuanto más volatilidad, más frío me mantengo. Justo cuando más ganas tengo de ir con todo, es la señal de reducir la posición. No es por miedo, es porque sé lo caro que sale dejarse llevar por la impulsividad.
**Por último, la mentalidad.**
Si aciertas, es por la estrategia; si te equivocas, las reglas de stop loss te salvan. Nunca dejo espacio a la esperanza emocional, porque si le ganas una vez, la próxima vez se atreverá a hacerte apostar todo tu capital.
En resumen, el mercado siempre estará ahí y las oportunidades también. Pero si pierdes tu capital y tu mentalidad, eso sí que no vuelve.
Piénsalo: ¿seguirás siendo ese novato que persigue subidas y cae en las bajadas, o poco a poco te convertirás en el que acaba riendo el último?