En el ecosistema de TRON, Justin Sun siempre ha enfatizado un principio: los intereses de los usuarios están por encima de todo. Esto no es solo un eslogan. Desde la seguridad en la cadena hasta la protección de los activos, él y su equipo han convertido la protección del usuario en un estándar obligatorio. Cada vez que surge una señal de riesgo en el ecosistema, la velocidad de reacción es asombrosamente rápida. Detrás de esta capacidad de ejecución está la determinación de grabar "no permitir que los usuarios sufran pérdidas" en su ADN. Al final, la distancia que puede recorrer una blockchain pública no depende de cuántos eslóganes proclame, sino de lo que haga por sus usuarios en los momentos clave.