Seamos sinceros: el Bitcoin siempre se ha considerado una caja fuerte cara. ¿Seguro? Absolutamente. Pero también terriblemente lento. La mayoría de la gente solo lo mueve cuando aparece en los titulares por subidas (o bajadas) de precio espectaculares.

Ahora hay un protocolo que quiere cambiar esta situación, pero sin destruir los cimientos de Bitcoin. Su lógica es bastante sencilla: mantener la seguridad a prueba de balas de BTC, pero hacerlo funcionar realmente en la cadena.

¿Parece simple? En realidad, es extremadamente difícil.

¿Cuál es la clave? Los poseedores de monedas no tienen que entregar sus claves privadas a un custodio. Tampoco tienen que estar moviendo activos entre distintas cadenas cada vez que quieren operar. Esta es la auténtica revolución: tus monedas siguen siendo tuyas, pero ya no se quedan acumulando polvo en la cartera. Por fin, liquidez y seguridad pueden ir de la mano.