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Has ganado dinero especulando con criptomonedas, ¿te has planteado cómo proteger ese dinero? Hay un caso real que pone los pelos de punta.

Un anciano con una fortuna de miles de millones fue vaciado poco a poco durante 26 años por la persona en la que más confiaba—esto es más cruel que cualquier estafa piramidal.

Nicolas Puech, heredero de quinta generación de Hermès. Un nombre en la lista Forbes, ¿y cómo acabó? Con 82 años, lleno de deudas, viajando en clase turista en aerolíneas low cost. El culpable no era un desconocido, sino su "gestor financiero" Eric Fremond, a quien había mantenido durante más de 20 años.

Este tipo no tenía escrúpulos.

Primero eligió bien el objetivo: un rico peleado con su familia, sin conocimientos financieros y extremadamente solo. ¿Y después? Se hizo pasar por "su único amigo", aislando por completo al anciano del mundo exterior. Todas las facturas y documentos pasaban por sus manos.

La jugada maestra: hacía que el anciano firmara hojas en blanco. Montones de firmas. ¿Tú piensas que son documentos rutinarios? En realidad eran autorizaciones. Esas autorizaciones en blanco luego se convirtieron en "decretos" legales para transferir los activos.

Cuando el anciano se dio cuenta, la cuenta ya estaba vacía. ¿Dónde fue el dinero? A cuentas offshore, fondos fiduciarios, todo estructurado para que fuera imposible recuperarlo. La ley no pudo ayudar, porque "el procedimiento era legal".

¡26 años! Día tras día, año tras año, como una rana hervida a fuego lento.

¿Qué enseñanza nos deja esto a los que invertimos en criptomonedas? Que ganar dinero no significa que seas capaz de conservarlo. Especialmente los inversores en criptomonedas: los activos están en la cadena, ¿quién tiene las claves privadas? ¿Quién gestiona la cuenta del exchange? No digas "es alguien de confianza", porque la confianza, ante la riqueza, suele ser el coste más caro.

Recuerda: tu dinero tienes que vigilarlo tú mismo. No firmes nada que no entiendas, no le des todos los permisos a una sola persona—aunque parezca muy fiable. La gestión de la riqueza tiene una clave: tienes que entenderla tú mismo.