#比特币对比代币化黄金 Desde el momento de gloria de los 238 dólares hasta la realidad incómoda de 1,5 dólares, la historia de FIL debería servir de advertencia para todos.
La visión tecnológica de este proyecto no era mala en un principio, y el sector del almacenamiento distribuido realmente tiene potencial. Pero en ciertos mercados, fue presentado de otra manera. Hace unos años, en aquellos grupos de la comunidad, abundaban los lemas de "clave de la riqueza" y "máquina de ganar dinero sin esfuerzo", y había quienes compraban mineros por precios que iban desde setenta mil hasta siete millones. ¿Y ahora? Las publicaciones pidiendo ayuda por custodias desaparecidas y retiros bloqueados están por todas partes.
Lo más absurdo es que aún hay quienes esperan que el llamado "manipulador" haga subir el precio para recuperarse. El mercado no es una organización benéfica; la última gran subida fue más resultado de maniobras de marketing—el lema de "el próximo BTC" se escuchaba por todos lados, pero las aplicaciones del ecosistema nunca llegaron a materializarse.
El FIL actual, aparte de la minería y el staking, tiene muy pocos casos de uso reales. Cada día se lanzan al mercado quinientas mil monedas, pero la demanda no acompaña. Este desequilibrio entre oferta y demanda no es un ajuste temporal, es un problema estructural.
Hoy en día, al mencionar FIL en el sector, la reacción de la mayoría ha cambiado. Las instituciones mantienen su distancia, los KOL evitan mencionarlo, y los pequeños inversores solo quieren salir con las menores pérdidas posibles. De 238 a 1,5, esto no es solo el colapso de una cifra, es el colapso de la confianza.
Quizá todavía quede gente aguantando, tal vez porque realmente cree en el valor tecnológico, o porque están tan atrapados que no les queda otra opción. Pero invertir nunca debería sostenerse solo en la fe. Por grande que sea el futuro que prometa el whitepaper, si no se lleva a la práctica, no deja de ser una utopía.
La vitalidad de un proyecto blockchain, al final, depende de la demanda real y de las aplicaciones prácticas. Un token sin escenarios de uso, solo con presión vendedora acumulada, difícilmente escapará al destino de la marginación. Esta es la lección de FIL, y la lección que todo el mercado debería recordar.
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BlockImposter
· hace3h
FIL esta vez ha sido increíble, de 238 a 1.5 he presenciado lo que significa un sueño hecho trizas.
¿Todavía esperas que las ballenas suban el precio para salvar la situación? Qué risa.
Las máquinas de minería costaban siete millones cada una, ahora deben de ser chatarra, ¿no?
¿Y las aplicaciones del ecosistema? ¿Y el whitepaper? ¿Dónde están?
Cada día tiran quinientas mil monedas al mercado, ¿quién puede aguantar eso?
Antes era el próximo BTC, ahora es solo un caso de retiros imposibles.
Los que están atrapados en pérdidas, ¿qué sentirán ahora? Ni me lo imagino.
La fe no sirve de nada, lo que manda es la demanda del mercado.
Si hasta las instituciones se han ido, ¿quién va a tomar el relevo?
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MevHunter
· hace3h
Otra vez acaba en tragedia eso de ser "el próximo BTC".
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FreeMinter
· hace3h
De 238 a 1,5, este golpe ha sido realmente demoledor. ¿Cómo ha llegado el que fue el "rey del almacenamiento" a esta situación?
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ProxyCollector
· hace3h
De 238 a 1,5, esta caída es realmente brutal. Mi amigo compró una máquina de minería por setecientos mil, y ahora ni se atreve a abrir la cartera para mirar.
Ya se veía venir, FIL en su momento no era más que un producto de marketing, por muy buena que fuera la tecnología, sin aplicaciones reales no sirve de nada.
A los que siguen aguantando FIL, de verdad solo puedo decir una cosa: el mercado no va a darse la vuelta solo porque tú creas en ello.
Todavía recuerdo aquellos anuncios de "máquinas para ganar dinero tirado", y ahora se han convertido en publicaciones llorando "ayudadme a cortar pérdidas".
El problema es que ahora, ¿qué se puede hacer? Cincuenta mil monedas tiradas al mercado cada día, la demanda ni de lejos lo compensa, es un callejón sin salida.
Veo que ya nadie en el sector menciona FIL, las instituciones también se han ido, esa es la señal más aterradora.
¿Y el prometido próximo BTC? Al final no hemos visto ni una sola aplicación en el ecosistema, solo minería y staking.
Así está el panorama de Web3: libros blancos llenos de promesas espectaculares, pero al final todo es un juego de imaginación.
La verdad es que algunos de los que entraron al principio sí creían en la tecnología, pero la mayoría fue abducida por el "código secreto de la riqueza".
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MetaverseLandlord
· hace3h
Esta es la realidad que deberían ver quienes promueven las "ganancias fáciles".
#比特币对比代币化黄金 Desde el momento de gloria de los 238 dólares hasta la realidad incómoda de 1,5 dólares, la historia de FIL debería servir de advertencia para todos.
La visión tecnológica de este proyecto no era mala en un principio, y el sector del almacenamiento distribuido realmente tiene potencial. Pero en ciertos mercados, fue presentado de otra manera. Hace unos años, en aquellos grupos de la comunidad, abundaban los lemas de "clave de la riqueza" y "máquina de ganar dinero sin esfuerzo", y había quienes compraban mineros por precios que iban desde setenta mil hasta siete millones. ¿Y ahora? Las publicaciones pidiendo ayuda por custodias desaparecidas y retiros bloqueados están por todas partes.
Lo más absurdo es que aún hay quienes esperan que el llamado "manipulador" haga subir el precio para recuperarse. El mercado no es una organización benéfica; la última gran subida fue más resultado de maniobras de marketing—el lema de "el próximo BTC" se escuchaba por todos lados, pero las aplicaciones del ecosistema nunca llegaron a materializarse.
El FIL actual, aparte de la minería y el staking, tiene muy pocos casos de uso reales. Cada día se lanzan al mercado quinientas mil monedas, pero la demanda no acompaña. Este desequilibrio entre oferta y demanda no es un ajuste temporal, es un problema estructural.
Hoy en día, al mencionar FIL en el sector, la reacción de la mayoría ha cambiado. Las instituciones mantienen su distancia, los KOL evitan mencionarlo, y los pequeños inversores solo quieren salir con las menores pérdidas posibles. De 238 a 1,5, esto no es solo el colapso de una cifra, es el colapso de la confianza.
Quizá todavía quede gente aguantando, tal vez porque realmente cree en el valor tecnológico, o porque están tan atrapados que no les queda otra opción. Pero invertir nunca debería sostenerse solo en la fe. Por grande que sea el futuro que prometa el whitepaper, si no se lleva a la práctica, no deja de ser una utopía.
La vitalidad de un proyecto blockchain, al final, depende de la demanda real y de las aplicaciones prácticas. Un token sin escenarios de uso, solo con presión vendedora acumulada, difícilmente escapará al destino de la marginación. Esta es la lección de FIL, y la lección que todo el mercado debería recordar.