Un estudio reciente de una institución de Wall Street ha revelado una verdad que muchos han pasado por alto: la reciente caída de Bitcoin no solo se debe al sentimiento del mercado, sino también a una causa más directa: los altos precios de la electricidad han acorralado a los mineros con mayores costes, que no han aguantado y han empezado a vender sus monedas para sobrevivir.

En teoría, la disminución de la potencia de cálculo debería facilitar las cosas a los mineros que permanecen. Sin embargo, el precio del Bitcoin sigue por debajo del coste de producción, así que nadie lo tiene fácil.

¿Cómo debemos interpretar esto? En realidad, el mercado está atravesando una fase de selección natural. Que los mineros más débiles abandonen es en el fondo una señal saludable a largo plazo. No te asustes solo por oír la palabra "presión vendedora": que las instituciones bajen sus previsiones de costes en este momento indica precisamente que están buscando oportunidades para entrar.

Ahora mismo no es momento de dejarse llevar por las emociones y vender en pánico. Las fluctuaciones en el precio de la electricidad y los cambios en los costes de los mineros son, de hecho, una dimensión clave para observar el fondo del mercado. Lo que los pequeños inversores deben hacer ahora es:

- No persigas subidas ni vendas en las bajadas; la presión vendedora de los mineros terminará por absorberse.
- Observa si Bitcoin está formando un suelo, especialmente tras la recuperación de la potencia de cálculo.
- Si tienes posiciones, no te dejes asustar y salir en la fase en la que las instituciones están tanteando el mercado.

En un mercado alcista, las caídas bruscas son normales; en un mercado bajista, lo habitual son las caídas lentas y constantes. Ahora el mercado está limpiando a los jugadores de alto coste: solo quienes resistan hasta el final serán los ganadores. Mantén la calma; solo así tendrás la oportunidad de reír el último. En el mundo cripto, quienes realmente ganan dinero son los que saben leer las señales del mercado.