¿Qué trucos son los que más les gustan a los grandes capitales? La respuesta puede sorprenderte: cuanto peor parece el mercado, más probable es que estén aprovechando para acumular posiciones en silencio; en cambio, en esas tendencias aparentemente imparables, a menudo ya están distribuyendo sus fichas en máximos.

¿Te ha pasado alguna vez lo siguiente? Durante la sesión, el gráfico intradía se muestra débil, las medias móviles parecen un muro infranqueable, y cuando por fin el precio se acerca a la línea cero, vuelve a girar a la baja; o tras una apertura al alza que entusiasma durante dos minutos, el precio se desploma de inmediato, incluso los límites de subida pueden revertirse en tu contra. Este tipo de movimientos son los que más desesperan, y a menudo acaban provocando que vendas en pérdidas y salgas del mercado.

Pero precisamente ahí puede estar la trampa.

¿Qué necesita el dinero grande para hacer subir un activo? Una estructura de posiciones limpia y un coste de entrada lo suficientemente bajo. Si los minoristas aguantan firmes sin vender, ¿cómo van a recoger acciones baratas? Por eso necesitan generar pánico. Te asustan con gráficos intradía horrorosos, desgastan tu paciencia con falsas rupturas una y otra vez, y te hacen dudar de todo con señales técnicas negativas.

Cuando la mayoría no aguanta y abandona el barco, el mercado se aligera y la subida se vuelve mucho más fácil. Para vender sucede lo mismo: cuando realmente quieren salir, suelen mantener el mercado con buen aspecto, haciéndote creer que “esta vez sí que va en serio”, y justo cuando compras en máximos, ellos se retiran en silencio.

Así que recuerda una lógica contraintuitiva: la debilidad con una razón razonable no siempre es señal para salir corriendo, sino que puede ser una oportunidad para subirte al tren. Eso sí, siempre que esa "debilidad" tenga un fundamento lógico detrás y no sea porque realmente hay un problema en los fundamentales.