Hoy, mientras vigilaba el mercado, noté varios movimientos inusuales en la cadena: BitMine aumentó sus tenencias en 42.000 ETH, BlackRock compró casi 70 millones de dólares en un solo día, y lo más sorprendente fue que una dirección de ballena que llevaba dos años inactiva de repente se activó, retirando directamente 1.320 ETH.

Casi 200 millones de dólares de entrada en un solo día; este volumen claramente no es cosa de minoristas. Las instituciones financieras tradicionales siguen incrementando su exposición, lo que indica que tienen su propio juicio sobre la evolución del mercado. Sin embargo, también hay que tener clara una cuestión: después de que el gran capital abra posiciones, suele venir primero una sacudida para expulsar a las manos débiles antes de iniciar una subida.

Desde el punto de vista técnico, ETH está oscilando repetidamente cerca de los 3.176. Por arriba, los 3.230 marcan una resistencia clara; si se supera, el espacio se abre hasta los 3.370, y los más agresivos pueden mirar hacia la zona de máximos anteriores en 3.550-3.658. El MACD ha formado un cruce dorado por encima del eje cero, lo que da ventaja a los alcistas a corto plazo.

Pero hay un nivel que hay que vigilar de cerca: la línea de los 2.971. Mientras se mantenga, cualquier retroceso sigue estando bajo control e incluso puede verse como una oportunidad para aumentar posiciones. Si se pierde, hay que estar preparado para buscar soporte en la zona de 2.850-2.700. Por ahora, lo más probable es que fluctúe repetidamente entre 3.050 y 3.239; en estos momentos es cuando es más fácil dejarse llevar por las emociones y operar de forma errática.

Las instituciones se mueven, los datos hablan, pero el mercado nunca avanza en línea recta. Ten claros los niveles clave y no dejes que las fluctuaciones a corto plazo te saquen del ritmo.