#比特币对比代币化黄金 , en resumen, estos dos no tienen nada que ver el uno con el otro.

El bitcoin sigue una ruta puramente digital: no tiene respaldo físico, todo depende del “límite máximo de 21 millones” y del consenso global. Las subidas y bajadas de precio son la norma, pero es precisamente esa volatilidad la que atrae a los jugadores agresivos dispuestos a apostar por el futuro de la blockchain. Si crees que dentro de diez años podrá redefinir el sistema monetario, quizá aún no sea tarde para entrar.

En cambio, el oro tokenizado funciona de forma completamente diferente. Cada token está respaldado por reservas reales de oro, y su precio fluctúa básicamente siguiendo la cotización del oro. En esencia, se trata de trasladar un activo refugio tradicional a la cadena, permitiendo disfrutar de la protección contra caídas que ofrece el oro y eliminando las molestias del comercio físico. Los inversores conservadores lo usan para cubrir riesgos de mercado, y la lógica es muy clara.

En realidad, no hay ningún conflicto entre ambos. El bitcoin sirve para atacar, el oro tokenizado para defender. La forma realmente inteligente de configurar una cartera es asignar ambos activos según el nivel de pérdidas que estés dispuesto a asumir: así no te pierdes oportunidades de alto crecimiento, pero tampoco apuestas todo tu patrimonio a un solo sector.