La carta de la bajada de tipos ya está sobre la mesa: la Reserva Federal se prepara para bajar los tipos tres veces el año que viene, con el objetivo fijado en el 3% para 2026.

Pero, ¿de verdad crees que eso es todo? Demasiado ingenuo.

La contracción cuantitativa ya se ha detenido antes de tiempo, el nivel de la cuenta TGA del Tesoro estadounidense está descendiendo silenciosamente y el fondo de repos inversos a un día está casi agotado. Traducido al lenguaje común: montones de billetes empiezan a vagar por todas partes buscando dónde colocarse. Los tipos bajan, los depósitos ya apenas dan rendimiento, así que el dinero naturalmente irá a por los activos con más potencial. ¿Oro digital? ¿Bitcoin? Por supuesto que están en la lista.

A simple vista, parece que los tipos bajan suavemente, pero en realidad la caja del Tesoro de EE. UU. se está reduciendo, los fondos de repos inversos están exprimidos al máximo. ¿Qué significa esto? Un aluvión de dólares sin destino claro. Mientras Grayscale vende y compra barato, BlackRock aumenta posiciones en sus ETF cada día, el dinero inteligente ya se ha posicionado de antemano.

No tomes 2026 como la meta, es solo el punto de partida para una nueva redistribución de activos. La Fed pasa de pisar el freno a pisar el acelerador: el oro marcando máximos históricos, las tecnológicas subiendo sin parar, los flujos netos hacia los ETF de bitcoin continúan — esto no ha hecho más que empezar. ¿Sigues esperando a que los tipos lleguen al fondo para entrar? Te va a salir caro.

La tendencia está clara: la duda y el miedo son el coste más alto. Ya sabes hacia dónde va la ola; deberías preguntarte si tu tabla de surf es lo bastante resistente, si tu posición puede aguantar y cuántas fichas puedes sostener con tu nivel de conocimiento.