
Bitcoin es una moneda digital descentralizada, identificada como BTC, que permite transferir valor directamente por internet mediante transacciones entre pares, sin intervención de bancos ni intermediarios. Se basa en la tecnología blockchain para agrupar las transacciones en bloques ordenados cronológicamente, registrándolos de forma permanente en un libro mayor público gestionado por una red global de nodos.
La descentralización implica que ninguna entidad controla la emisión ni la transferencia de Bitcoin. La blockchain funciona como un libro mayor transparente donde los bloques se enlazan de forma secuencial. Peer-to-peer significa que los usuarios interactúan y transfieren fondos directamente, sin terceros implicados.
La emisión de Bitcoin utiliza el mecanismo de consenso Proof of Work (PoW), en el que los mineros compiten empleando potencia de cálculo para validar transacciones y reciben nuevas monedas y comisiones como recompensa. El suministro máximo está limitado a 21 millones de BTC.
A 26 de diciembre de 2025:
Estas cifras corresponden a la información disponible a 26 de diciembre de 2025. El precio y los datos de mercado de Bitcoin son muy volátiles y pueden variar con rapidez; consulte siempre los libros de órdenes en tiempo real para obtener cotizaciones y liquidez actualizadas antes de operar.
Bitcoin fue ideado por una persona o grupo bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto en 2008. Los detalles se expusieron en el whitepaper "Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System", publicado el 31 de octubre de 2008. La red de Bitcoin se lanzó con la creación del Bloque Génesis el 3 de enero de 2009.
Satoshi Nakamoto participó activamente en el desarrollo y comunicación inicial, pero se retiró gradualmente de la esfera pública. Desde entonces, Bitcoin es gestionado por una comunidad global de código abierto. Las actualizaciones del protocolo se proponen e implementan de forma colaborativa por desarrolladores, operadores de nodos y mineros.
Bitcoin utiliza un mecanismo de consenso Proof of Work (PoW). Los mineros compiten resolviendo problemas criptográficos mediante potencia de cálculo; el primero en resolverlo obtiene el derecho a añadir un bloque de transacciones validadas a la cadena, recibiendo una recompensa de bloque y las comisiones asociadas. El consenso garantiza que todos los participantes de la red acuerdan el estado del libro mayor.
El modelo de transacciones se basa en UTXO (Unspent Transaction Output), donde cada cantidad de Bitcoin se representa como uno o más UTXO. Al gastar BTC, los UTXO previos se emplean como entradas para generar nuevos UTXO. Este diseño permite la verificación en paralelo y refuerza la seguridad.
Las direcciones de Bitcoin se obtienen a partir de claves públicas cifradas, mientras que las claves privadas son las credenciales exclusivas para controlar los fondos. Cualquier persona con la clave privada puede firmar transacciones; los nodos validan estas firmas y propagan las transacciones válidas por la red hasta que los mineros las incluyen en los bloques.
Los bloques se generan aproximadamente cada 10 minutos, con la dificultad de minería ajustándose dinámicamente para mantener este intervalo. Los eventos de halving ocurren cada cuatro años aproximadamente y reducen a la mitad las recompensas, reforzando la escasez y la bajada de la inflación.
Bitcoin se emplea principalmente como reserva de valor y para la tenencia a largo plazo, gracias a su suministro fijo y la reducción de la inflación mediante los halvings. Para pagos internacionales, permite enviar fondos a cualquier parte del mundo sin depender de sistemas tradicionales de compensación.
En pagos, las transacciones en la red principal requieren confirmación y conllevan comisiones de minero, lo que las hace idóneas para transferencias de importe elevado o no urgentes. Las soluciones de capa 2 como Lightning Network están diseñadas para micropagos rápidos y económicos, aunque requieren herramientas y gestión de canales adicionales.
Instituciones y particulares pueden asignar Bitcoin como parte de una cartera diversificada, equilibrando tolerancia al riesgo y requisitos regulatorios.
Paso 1: Registre y asegure su cuenta
Cree una cuenta en Gate con su correo electrónico o móvil. Active la autenticación en dos pasos (2FA) y los códigos anti-phishing. Complete la verificación KYC para aumentar límites y cumplir la normativa.
Paso 2: Deposite o compre cripto con fiat
Deposite activos digitales o utilice canales fiat para adquirir stablecoins como USDT como fondos de trading. Compruebe la red de depósito y los requisitos de confirmación.
Paso 3: Realice una operación spot
Acceda a la sección "Spot", busque BTC y elija el par y tipo de orden. Las órdenes de mercado se ejecutan al precio vigente; las órdenes limitadas permiten fijar precio y cantidad. Revise precios, profundidad del libro y comisiones antes de operar.
Paso 4: Retire a una wallet personal
Para autocustodia, acceda a "Retirar", seleccione la red principal de Bitcoin, introduzca su dirección, realice primero un retiro de prueba pequeño y después transfiera importes mayores tras la confirmación. Active la lista blanca y protección de retiros.
Paso 5: Custodia y copia de seguridad
Las hot wallets son adecuadas para saldos pequeños de uso diario; las cold wallets (incluidas hardware wallets) ofrecen mayor seguridad para fondos a medio y largo plazo. Realice copias de seguridad offline de su frase de recuperación, evite fotos, la nube o el correo electrónico y mantenga actualizado el firmware del dispositivo wallet.
Bitcoin es un sistema monetario descentralizado, gestionado por código abierto y una red global de nodos. Sus reglas transparentes, suministro limitado, consenso PoW y calendario de halvings aseguran una emisión predecible a largo plazo. Los datos muestran que Bitcoin sigue liderando en cuota de mercado y liquidez; no obstante, la volatilidad y la regulación aportan incertidumbre. Si decide invertir, siga la guía de Gate para comprar BTC: priorice la autocustodia, copias de seguridad seguras, evaluación de riesgos, cumplimiento local, asignación escalonada y enfoque a largo plazo.
Sí. El suministro total de Bitcoin está permanentemente limitado a 21 millones de monedas, una regla codificada que no puede modificarse. Más del 92 % de este suministro ya ha sido minado (aproximadamente 21 millones), y el resto se extraerá hacia el año 2140. Este mecanismo de escasez es clave para la resistencia de Bitcoin frente a la inflación.
La volatilidad del precio de Bitcoin responde a la oferta y demanda del mercado, cambios macroeconómicos, operaciones institucionales y el sentimiento inversor. Como activo emergente, aún carece de liquidez profunda y modelos de valoración maduros; el apalancamiento amplifica las oscilaciones. Para principiantes, se recomienda evitar perseguir subidas o vender en pánico: utilice plataformas fiables como Gate y aplique una gestión de riesgos prudente.
Bitcoin es descentralizado gracias a su arquitectura distribuida y mecanismo de consenso: nadie puede controlar el sistema. Así, ningún banco ni gobierno puede congelar sus BTC ni cambiar las reglas unilateralmente, lo que protege la seguridad y la libertad de sus activos. La descentralización distingue a Bitcoin de las monedas tradicionales.
Los Bitcoins perdidos—por olvido de claves privadas o envíos a direcciones erróneas—quedan inaccesibles para siempre. Permanecen visibles en la blockchain, pero nadie puede gastarlos; en la práctica, se eliminan de la circulación. Esto resalta la importancia de contraseñas seguras y copias de seguridad fiables en plataformas como Gate.
Bitcoin es conocido como “oro digital” porque comparte características con el oro físico: oferta limitada, alto coste de minería, facilidad de almacenamiento y transferencia, e independencia de gobiernos. En períodos de incertidumbre o inflación, los inversores recurren a Bitcoin como refugio—aunque su volatilidad es mayor que la del oro, lo que implica mayores riesgos.
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