

Los Automated Market Makers (AMMs) constituyen un marco algorítmico revolucionario que ha cambiado por completo el trading en las finanzas descentralizadas (DeFi). A medida que los exchanges descentralizados ganan cada vez más relevancia, comprender el funcionamiento de los AMMs es indispensable para quienes participan en el ecosistema de las criptomonedas. El modelo de market making automatizado ha impulsado un crecimiento extraordinario en el sector DeFi, con una adopción de usuarios que ha aumentado drásticamente en los últimos años. Las cuentas de usuario en DeFi pasaron de 189 en 2017 a millones de participantes en todo el mundo, lo que demuestra el éxito de este modelo innovador que posibilita el trading peer-to-peer sin intermediarios tradicionales.
El market making en el ámbito cripto es la práctica de proporcionar liquidez a las plataformas de trading para asegurar transacciones eficientes y sin fricciones. Los exchanges centralizados tradicionales emplean orderbooks que registran todas las operaciones y emparejan compradores con vendedores. Estas plataformas colaboran con traders profesionales o firmas especializadas, denominadas market makers, que suministran grandes volúmenes de activos para mantener la liquidez.
Los market makers obtienen su beneficio a través del spread, es decir, la diferencia entre el precio más alto que un comprador está dispuesto a pagar (bid) y el más bajo que un vendedor aceptará (ask). Por ejemplo, si Bitcoin cotiza con un precio de compra de 24 997 $ y un precio de venta de 25 000 $, el spread de 3 $ por moneda es el margen de ganancia del market maker. Este modelo tradicional garantiza un deslizamiento mínimo en el precio y una ejecución ágil de las órdenes para los usuarios de plataformas centralizadas.
Los Automated Market Makers son protocolos algorítmicos que eliminan la necesidad de intermediarios en el proceso de market making. A diferencia de los exchanges centralizados, las plataformas basadas en AMM no dependen de orderbooks ni de market makers centralizados. En cambio, emplean smart contracts para facilitar transferencias directas peer-to-peer de criptomonedas entre traders mediante mecanismos automáticos.
La automatización de los AMMs permite que, cuando se cumplen ciertas condiciones, los smart contracts ejecuten operaciones de forma automática. Por ejemplo, un smart contract puede estar programado para transferir cinco Ethereum (ETH) a la wallet de un trader al recibir un depósito de 10 000 USDC. Estos contratos inteligentes funcionan en blockchains con soporte para smart contracts, como Ethereum, Cardano o Solana, asegurando transacciones transparentes y sin intervención humana. Este proceso automatizado ha revolucionado la forma en que se realiza el trading descentralizado.
Aunque los smart contracts automatizan el trading en las plataformas AMM, estos sistemas siguen necesitando activos de criptomonedas reales para que los usuarios puedan operar. En este punto, los proveedores de liquidez (LPs) resultan fundamentales. A diferencia de los exchanges centralizados, que solo trabajan con firmas profesionales, los AMMs permiten que cualquier poseedor de criptomonedas se convierta en proveedor de liquidez.
Los proveedores de liquidez depositan sus activos digitales en pools de liquidez, asumiendo de facto la función de market makers. A cambio, los LPs reciben una parte de las comisiones de trading o recompensas en tokens. Este modelo democratizado permite que cualquier usuario genere ingresos pasivos mientras contribuye al ecosistema de los exchanges descentralizados.
Las distintas plataformas de market making automatizado emplean algoritmos diversos para gestionar los pools de liquidez, aunque el modelo Constant Product Market Maker es uno de los más extendidos. Utiliza la ecuación x*y=k, donde x y y representan las cantidades de dos criptomonedas y k es un valor constante. Esta fórmula mantiene el equilibrio requiriendo que los proveedores de liquidez aporten valores equivalentes de ambos activos en una proporción 50/50.
Por ejemplo, en un pool de liquidez ETH/USDC donde Ethereum cotiza a precio de mercado, y considerando que USDC mantiene una paridad 1:1 con el dólar estadounidense, un proveedor podría depositar dos ETH y el equivalente en USDC para asegurar el equilibrio necesario en el market making automatizado.
La fórmula de producto constante ajusta automáticamente los precios en función de la oferta y la demanda. Si un pool contiene 50 ETH y 100 000 USDC, la constante k es 5 millones. Si un trader compra un ETH con 2 000 USDC, el algoritmo recalcula el nuevo equilibrio. Tras extraer un ETH del pool, el ajuste revela que el valor de ETH aumenta proporcionalmente, ilustrando cómo el market making automatizado responde de forma automática a la dinámica de mercado ajustando precios y proporciones de activos.
El modelo de market making automatizado ofrece ventajas notables para traders de criptomonedas y proyectos que buscan servicios financieros descentralizados.
En primer lugar, los AMMs otorgan plena propiedad de los activos digitales. Al operar mediante algoritmos y smart contracts, los traders mantienen el control completo de sus criptomonedas en wallets autocustodiadas, sin depender de terceros, eliminando así el riesgo de contraparte propio de las plataformas centralizadas.
En segundo lugar, el market making automatizado facilita enormemente el lanzamiento de nuevos proyectos blockchain. Los proyectos independientes pueden evitar los elevados costes y demoras de conseguir listados en exchanges relevantes o atraer capital riesgo. Los desarrolladores con conocimientos básicos pueden lanzar y publicitar sus tokens directamente en plataformas automatizadas, abriendo caminos más accesibles para la innovación y la experimentación.
En tercer lugar, el market making automatizado democratiza el acceso permitiendo que cualquiera con una wallet de criptomonedas participe. Los usuarios pueden aportar activos digitales a pools de liquidez y obtener ingresos pasivos por comisiones de trading, siempre que comprendan y asuman los riesgos inherentes de DeFi, como la ausencia de seguros y las posibles vulnerabilidades de seguridad.
Pese a su popularidad y diseño innovador, las plataformas AMM de primera generación presentan desafíos y riesgos que los usuarios deben analizar cuidadosamente.
Los AMMs dependen en gran medida de los traders de arbitraje para mantener la precisión de los precios. Al carecer de orderbooks, el sistema necesita de arbitrajistas externos que detecten y corrijan discrepancias de precios entre exchanges. Esta dependencia puede generar ineficiencias temporales hasta que se aprovechen las oportunidades de arbitraje.
El modelo resulta ineficaz para órdenes grandes si la liquidez es insuficiente. Sin orderbooks, los AMMs no pueden gestionar órdenes limitadas a precios concretos. Las operaciones de alto volumen pueden alterar de forma significativa el balance de activos en los pools, provocando deslizamiento de precios y ejecuciones desfavorables para los traders.
Los proveedores de liquidez afrontan el riesgo de pérdida impermanente. Dado que la proporción de activos en los pools varía en función del mercado, los proveedores pueden retirar cantidades distintas a las depositadas inicialmente. Si uno de los activos se revaloriza mucho, el proveedor puede perder parte de esa ganancia frente a mantener el activo en una wallet. Las comisiones por trading deben compensar esta pérdida para que la actividad sea rentable.
Por último, el hecho de que los AMMs sean permissionless los expone a estafas. Aunque las startups legítimas se benefician de lanzamientos sencillos, los estafadores también pueden crear tokens fraudulentos para engañar a los traders. La apertura del sistema ha causado pérdidas importantes por fraudes, lo que subraya la necesidad de realizar una exhaustiva diligencia antes de operar en estas plataformas.
Los Automated Market Makers son una innovación disruptiva en DeFi, permitiendo el trading peer-to-peer de criptomonedas sin intermediarios tradicionales. Mediante smart contracts y mecanismos algorítmicos como la fórmula Constant Product, el market making automatizado ha democratizado tanto el trading como la provisión de liquidez, permitiendo que cualquier usuario participe en el ecosistema DeFi. Este modelo ofrece ventajas como el control total de los activos, facilidad para lanzar proyectos y oportunidades de generar ingresos pasivos a través de la provisión de liquidez.
No obstante, conviene reconocer los riesgos y limitaciones de los AMMs de primera generación: dependencia del arbitraje, dificultades con grandes órdenes, pérdida impermanente para los proveedores de liquidez y exposición a fraudes. A medida que el sector DeFi evoluciona, surgen modelos alternativos e híbridos para afrontar estos retos sin renunciar a los beneficios de la descentralización. Entender cómo funciona el market making automatizado y valorar cuidadosamente sus ventajas y riesgos es esencial para quienes deseen operar en exchanges descentralizados y aprovechar las oportunidades del universo DeFi.
Un Automated Market Maker (AMM) es un protocolo en exchanges descentralizados que utiliza pools de liquidez para facilitar operaciones con criptomonedas. Fija los precios en función de la proporción de activos en el pool, permitiendo a los usuarios operar sin contraparte.
Una estrategia de market making automatizado es un algoritmo que aporta liquidez colocando órdenes de compra y venta, generando un spread para facilitar el trading. Su objetivo es lograr un mercado más profundo y eficiente.
Un AMM utiliza un pool de liquidez para fijar precios según los balances de tokens. Los usuarios operan directamente contra el pool, y los precios se ajustan automáticamente conforme varían las cantidades de tokens, manteniendo el equilibrio entre los valores de los activos sin necesidad de un orderbook.
Los principales riesgos son la pérdida impermanente, posibles vulnerabilidades en los smart contracts y el deslizamiento de precios, lo que puede implicar pérdidas significativas para proveedores de liquidez y traders.











