

Los Automated Market Makers (AMM) constituyen un marco algorítmico revolucionario que ha transformado la infraestructura de negociación en finanzas descentralizadas (DeFi). Con el crecimiento exponencial de los exchanges descentralizados (de 189 cuentas de usuario en 2017 a más de 6,6 millones en 2023), los AMM se han convertido en el pilar tecnológico que permite el intercambio de criptomonedas entre particulares sin necesidad de intermediarios tradicionales.
El market making en criptomonedas consiste en aportar liquidez a las plataformas de negociación para asegurar intercambios de activos ágiles. En los exchanges centralizados (CEX), este proceso se basa en orderbooks tradicionales que registran todas las transacciones y emparejan compradores y vendedores. Estas plataformas colaboran con market makers profesionales —traders de alto volumen o empresas especializadas— que proporcionan grandes volúmenes de criptomonedas. Los market makers obtienen ingresos a través del spread bid-ask, es decir, la diferencia entre el precio máximo que los compradores están dispuestos a pagar (bid) y el precio mínimo que los vendedores aceptan (ask). Por ejemplo, si Bitcoin cotiza con un bid de 24 997 $ y un ask de 25 000 $, el spread para el market maker sería de 3 $ por moneda. Este modelo requiere coordinación centralizada y la intervención de intermediarios de confianza para facilitar operaciones eficientes.
Los Automated Market Makers son protocolos algorítmicos que eliminan a los intermediarios en la provisión de liquidez mediante smart contracts. A diferencia de los exchanges centralizados, que dependen de orderbooks y market makers humanos, los DEX basados en AMM utilizan algoritmos matemáticos integrados en smart contracts para facilitar automáticamente las transferencias de criptomonedas entre particulares. Estos smart contracts ejecutan condiciones predefinidas sin intervención humana. Por ejemplo, un smart contract puede transferir automáticamente cinco Ethereum (ETH) a la cartera de un usuario al detectar un depósito de 10 000 USDC. Todas las operaciones con AMM se realizan en blockchains que permiten smart contracts, como Ethereum, Cardano o Solana. Este enfoque elimina la centralización y mantiene mecanismos de negociación eficientes.
Aunque los smart contracts automatizan las operaciones, los DEX AMM necesitan reservas reales de criptomonedas para funcionar. Esta función la desempeñan los liquidity providers (LP), que son particulares o entidades que depositan activos digitales en "liquidity pools" virtuales. A diferencia del market making tradicional, limitado a empresas especializadas, los protocolos AMM democratizan el acceso y permiten a cualquier poseedor de criptomonedas convertirse en liquidity provider. Los LP aportan sus activos a los pools, poniéndolos a disposición de otros usuarios. Como compensación, reciben un porcentaje de las comisiones de trading o tokens del protocolo. Este sistema de incentivos asegura liquidez constante y reparte los beneficios del market making entre una base de usuarios mucho más amplia.
Los DEX AMM utilizan distintas fórmulas algorítmicas para mantener el equilibrio de los liquidity pools, siendo la más común el modelo Constant Product Market Maker. Este modelo, popularizado por plataformas descentralizadas, se basa en la ecuación x*y=k, donde "x" es la cantidad de la primera criptomoneda, "y" la de la segunda y "k" es una constante que se mantiene invariable. Los liquidity providers deben depositar cantidades equivalentes de ambos activos (50/50) para mantener el equilibrio del pool.
Por ejemplo: en un pool de liquidez ETH/USDC donde Ethereum cotiza a 2 000 $ por unidad, y dado que USDC mantiene la paridad 1:1 con el dólar, 2 000 USDC equivalen a un ETH. Un liquidity provider puede aportar dos ETH y 4 000 USDC (8 000 $ en total) al pool.
Si el pool contiene 50 ETH y 100 000 USDC, el valor constante "k" es de 5 millones (50 × 100 000). Cuando un usuario compra un ETH con 2 000 USDC, el algoritmo recalcula el pool: quedan 49 ETH, y USDC debe incrementarse a 102 040,816 para que k siga siendo 5 millones. Así, el precio de ETH sube de 2 000 $ a unos 2 040,816 $ por unidad debido a la menor oferta en el pool. El AMM ajusta automáticamente estas proporciones y precios según el volumen de operaciones, manteniendo el equilibrio del pool según la oferta y la demanda.
El modelo AMM aporta beneficios clave al ecosistema DeFi, especialmente para quienes buscan controlar y acceder a sus activos de manera directa.
Propiedad total de los activos digitales. Los DEX AMM permiten operar sin intermediarios, de modo que los usuarios envían y reciben activos directamente con carteras de autocustodia. Así, se elimina el riesgo de contraparte propio de las plataformas centralizadas, ya que los usuarios mantienen en todo momento el control absoluto de sus claves privadas y fondos.
Lanzamientos simplificados de tokens para proyectos blockchain. Los proyectos pequeños e independientes ya no dependen únicamente de listados en exchanges centralizados ni de financiación de venture capital para acceder al mercado. Desarrolladores con conocimientos básicos de programación pueden publicar y lanzar sus propios tokens en DEX AMM. La ausencia de intermediarios facilita la distribución de tokens y la creación de comunidades para proyectos emergentes y experimentales.
Oportunidades democratizadas de market making. Cualquier usuario con un monedero de criptomonedas puede convertirse en liquidity provider, depositar activos en pools y recibir parte de las comisiones o recompensas en tokens. Aunque existen riesgos —como la ausencia de seguros y la exposición a fallos en smart contracts—, esta accesibilidad supone un cambio radical respecto a las finanzas tradicionales, donde el market making era exclusivo de instituciones. El mercado AMM ha crecido sustancialmente y ha abierto la provisión de liquidez a los participantes minoristas.
Pese a su popularidad y diseño innovador, los AMM de primera generación presentan limitaciones y riesgos inherentes que los usuarios deben valorar detenidamente.
Alta dependencia del arbitraje. Los traders de arbitraje compran y venden simultáneamente los mismos activos en diferentes plataformas para aprovechar diferencias de precio. Por ejemplo, si ETH cotiza a precios distintos en varios exchanges, los arbitrajistas compran donde es más barato y venden donde es más caro, obteniendo la diferencia. Los DEX AMM dependen de estos arbitrajistas para corregir los desequilibrios de precios cuando los valores de los pools se desvían del mercado general. Sin orderbooks para el descubrimiento de precios en tiempo real, los AMM dependen de agentes externos para identificar y subsanar estas ineficiencias, lo que puede dar lugar a distorsiones temporales en los precios.
Limitaciones para grandes órdenes. La falta de orderbooks dificulta la ejecución de órdenes limitadas a precios concretos, lo que supone un reto para traders institucionales o de alto volumen. Las operaciones grandes pueden alterar significativamente el equilibrio del pool, provocando un impacto notable en el precio y slippage. Los usuarios deben valorar cómo el tamaño de su transacción afectará la proporción de activos y el precio de ejecución final, ya que una liquidez insuficiente puede resultar en operaciones desfavorables.
Impermanent loss. Los liquidity providers se enfrentan al riesgo de impermanent loss. Cuando fluctúan los precios de los activos, la proporción 50/50 del pool cambia, y el proveedor puede acabar con una composición distinta a la inicial. Por ejemplo, si Ethereum sube de precio, un proveedor de liquidez en un pool ETH/USDC tendrá menos ETH y más USDC que al principio, perdiendo la oportunidad de aprovechar totalmente la revalorización de ETH. Para que la provisión de liquidez sea rentable, las comisiones generadas deben compensar esta pérdida.
Mayor vulnerabilidad a estafas. Si bien el carácter permissionless de los DEX AMM favorece a los proyectos legítimos, también facilita la actuación de agentes maliciosos. Es posible crear tokens fraudulentos y engañar a usuarios incautos, y se estima que los scam tokens en plataformas DeFi han provocado pérdidas importantes. Ante la ausencia de filtros, los usuarios deben realizar una exhaustiva due diligence antes de operar con tokens desconocidos.
Los Automated Market Makers han revolucionado el sector DeFi al ofrecer una alternativa algorítmica al market making tradicional, posibilitando el intercambio de criptomonedas entre particulares sin intermediarios centralizados. Mediante smart contracts y liquidity pools, los AMM democratizan el trading y el market making, permitiendo que cualquiera aporte liquidez y obtenga recompensas. El modelo Constant Product Market Maker y otros algoritmos similares equilibran automáticamente las proporciones de activos y ajustan los precios en función de la oferta y la demanda, logrando mecanismos de negociación eficientes en las redes blockchain.
Sin embargo, los AMM de primera generación presentan limitaciones: dependencia del arbitraje para la corrección de precios, dificultades con órdenes de gran volumen, riesgos de impermanent loss para los liquidity providers y vulnerabilidad ante scam tokens. A pesar de estos retos, los AMM han sido clave en el crecimiento de DeFi, y los volúmenes de negociación en DEX basados en AMM demuestran la viabilidad del trading descentralizado. Con la madurez tecnológica, las innovaciones siguen resolviendo estas limitaciones sin renunciar a los principios de descentralización, autocustodia y acceso sin permisos que han hecho de los AMM un pilar de DeFi. El mercado AMM sigue evolucionando y ofrece soluciones cada vez más sofisticadas para la provisión y el trading de liquidez descentralizada.
El mercado AMM es un protocolo de trading descentralizado que utiliza smart contracts para gestionar liquidity pools. Permite operar de forma automatizada sin intermediarios y fija los precios en función de la proporción de activos en los pools.
AMM corresponde a Automated Market Maker, un protocolo que emplea smart contracts para crear liquidity pools y facilitar el intercambio de criptoactivos sin order books tradicionales.
Un AMM en XRP es un sistema automatizado que permite operar sin intermediarios, utilizando smart contracts para crear liquidity pools y facilitar el intercambio ágil de tokens.











