“La mayoría de las altcoins son inútiles”: Kevin O'Leary dice que solo BTC y ETH sobrevivirán

Fuente: Coindoo Título original: “La mayoría de las altcoins son inútiles”: Kevin O’Leary dice que solo BTC y ETH sobrevivirán Enlace original: https://coindoo.com/most-altcoins-are-useless-kevin-oleary-says-only-btc-and-eth-will-survive/

Kevin O’Leary está lanzando una advertencia al mundo cripto, pero no se trata de la volatilidad de precios ni del sentimiento del mercado.

Su advertencia apunta a la propia estructura de la industria. En su opinión, la transformación regulatoria que se está produciendo en Estados Unidos está a punto de redibujar el mapa —y la gran mayoría de las altcoins no formarán parte del futuro.

Puntos clave

• Kevin O’Leary afirma que la nueva regulación estadounidense empujará el mercado cripto hacia un futuro dominado solo por Bitcoin y Ethereum.
• Espera una gran “limpieza” que eliminará la mayoría de altcoins sin utilidad real.
• Las instituciones asignarán principalmente a BTC y ETH, dejando poco espacio para los activos más pequeños.

Un mercado reconstruido de arriba abajo

En lugar de centrarse en la manía especulativa o la innovación tecnológica, O’Leary mira directamente a legisladores y reguladores.

Sostiene que la reforma de las normas sobre activos digitales en Washington está empujando a la industria hacia un modelo dominado casi exclusivamente por Bitcoin y Ethereum, con muy poco espacio para los miles de monedas más pequeñas que poblaron el ciclo anterior.

El inversor afirma que la claridad emergente en torno a los activos digitales, los derivados y las estructuras de liquidación está remodelando los incentivos del mercado más rápido de lo que la mayoría de los participantes percibe.

En su opinión, cada nueva norma acerca a las instituciones un poco más a los dos activos en los que ya confían —y relega todo lo demás a la irrelevancia.

Hitos regulatorios que impulsan el cambio

O’Leary destaca dos pilares principales de esa transformación.

En primer lugar, afirma que la supervisión en evolución de la CFTC solo está completada en una fracción —aproximadamente el 30% del marco previsto, según su estimación—, pero la dirección ya es inconfundible.

En segundo lugar, señala nuevas legislaciones como la Genius Act, que en su opinión ha supuesto un punto de inflexión en el mercado de las stablecoins.

Bajo estas reglas, las stablecoins respaldadas por bonos del Tesoro estadounidense a corto plazo se están convirtiendo en una representación digital estandarizada del efectivo. Una vez que estos instrumentos obtuvieron legitimidad regulatoria, O’Leary afirma que Bitcoin perdió de inmediato parte de su utilidad como activo de pagos. Señala que una de las primeras grandes correcciones del mercado llegó poco después de que se endurecieran las normas sobre stablecoins.

La Clarity Act y la puerta institucional

Otro proyecto de ley en el radar de O’Leary —la Clarity Act— se espera para principios de 2025.

Predice que esta legislación finalmente dará luz verde a las instituciones para expandirse a gran escala en los activos digitales. Pero su entrada, advierte, será muy selectiva.

En su opinión, los grandes fondos se concentrarán abrumadoramente en Bitcoin y Ethereum, asignando entre el 3% y el 5% de sus carteras a ambos.

Esa concentración, dice, dejará fuera a casi todos los tokens competidores.

Su argumento es sencillo: para captar aproximadamente el 90% del rendimiento total del mercado cripto, las instituciones solo necesitan los dos activos más grandes. Todo lo demás es ruido.

Las altcoins se enfrentan a una prueba que pocas superarán

O’Leary describe la próxima fase como una “limpieza”, que podría eliminar cientos de proyectos sin utilidad real o que no logren mantener grandes presupuestos de marketing.

Esto no es solo teórico —señala los datos de mercado de las últimas ocho semanas, donde las carteras compuestas solo por Bitcoin y Ethereum superaron significativamente a las diversificadas en altcoins.

Para sobrevivir, según O’Leary, los tokens alternativos deben ofrecer un uso genuino y el poder financiero para mantenerse visibles en un entorno cada vez más regulado. Sin ambos, la mayoría desaparecerá a medida que el capital rote hacia los activos preferidos por las instituciones.