El sentimiento del mercado está experimentando un giro sutil.
Según los últimos datos de la herramienta FedWatch del Chicago Mercantile Exchange, la probabilidad de que la Reserva Federal de EE. UU. recorte los tipos de interés en 25 puntos básicos en diciembre ya ha superado el 93%. Detrás de esta cifra, se encuentra el voto real de los operadores institucionales con dinero contante y sonante: la lógica de precios del mercado de futuros de tipos de interés se está reconstruyendo silenciosamente.
No es un solo factor el que impulsa esta expectativa. Los datos recientes del IPC muestran que la presión inflacionista sigue aliviándose, y los indicadores de inflación subyacente han caído durante tres meses consecutivos; al mismo tiempo, la inesperada debilidad de los datos de empleo no agrícola ha devuelto la narrativa del "aterrizaje suave" al primer plano. El tono de los funcionarios de la Reserva Federal también se está relajando: de "mantener una política restrictiva" a "evaluar cuidadosamente los próximos pasos", dejando entrever señales de un posible giro en la política monetaria.
Pero la clave no está en el recorte de tipos en sí, sino en las reacciones en cadena que se producirán después.
Una vez que se abra la compuerta de la liquidez, ¿hacia dónde fluirán los fondos? Los activos tradicionales de refugio, como el oro, ya han reaccionado anticipadamente, alcanzando máximos históricos; los tres principales índices bursátiles estadounidenses oscilan a la espera; y el mercado de las criptomonedas, como una de las clases de activos más sensibles a la liquidez, podría enfrentarse a una volatilidad aún mayor. El comportamiento de monedas principales como ETH y ZEC podría reflejar por adelantado la lógica de precios del mercado ante la “expectativa de relajación”.
Por supuesto, esto es un arma de doble filo. Bajar los tipos implica un menor coste de endeudamiento, lo que teóricamente beneficia a los activos de riesgo; pero si el recorte de tipos se debe a un aumento de las expectativas de recesión económica, el capital puede optar por refugiarse en lugar de arriesgarse. En la historia, cada punto de inflexión en la política monetaria ha ido acompañado de decisiones de dirección muy marcadas: así fue en 2008 y también en 2020.
Para los participantes ordinarios, el verdadero reto no es predecir si habrá recorte de tipos o no, sino encontrar certezas en medio de la incertidumbre. ¿Se verá erosionado el poder adquisitivo del efectivo? ¿Siguen siendo atractivos los productos de renta fija? ¿Cómo debería ajustarse la proporción de activos de riesgo en la cartera? No hay respuestas estándar a estas preguntas, pero sí una ley de hierro: cuando la narrativa macroeconómica sufre un cambio fundamental, quienes reaccionan primero suelen poder captar oportunidades estructurales.
La reunión sobre los tipos de interés de diciembre podría convertirse en el punto de inflexión más importante de los mercados financieros este año.
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MeltdownSurvivalist
· hace18h
Bajada de tipos otra vez, ¿se repite la historia? La última vez, en 2020, vi cómo la Fed inundaba el mercado de liquidez y el mundo cripto se disparó. Ahora, con un 93% de probabilidad, parece que el capital va a empezar a moverse de forma caótica.
Pero espera, la cuestión es: ¿hacia dónde va a fluir el dinero? El oro ya ha marcado máximos históricos, lo que significa que en realidad la gente sigue siendo cauta; no es realmente una expectativa alcista.
En fin, nadie puede prever con certeza estos giros macroeconómicos, así que hay que buscar las oportunidades uno mismo y no dejarse llevar por los relatos.
Bajada de tipos tras bajada de tipos, realmente es un ciclo que se repite, parece que siempre es la misma historia.
En cualquier caso, en diciembre lo sabremos; quien se mueva primero, gana.
¿Buscar certeza en la incertidumbre? Suena fácil, pero en la práctica todos acabamos siendo un poco jugadores.
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EyeOfTheTokenStorm
· hace18h
¿93% de probabilidad? Mi modelo cuantitativo ya llevaba tiempo dando señales de alerta, esta oleada de relajamiento ha llegado demasiado de repente...
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DefiEngineerJack
· hace19h
Bueno, *en realidad*, si miras la mecánica de la curva de futuros... el precio al 93% es solo una medida neutral al riesgo, no predictiva, jajaja. Empíricamente, cada vez que los minoristas se muestran tan confiados respecto al timing macro, acaban liquidados. Pasó en 2008, pasó en 2020, volverá a pasar. Muéstrame la verificación formal o es solo ruido.
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PonziDetector
· hace19h
Otra vez con el mismo viejo truco, ¿bajar los tipos de interés equivale automáticamente a que el mercado cripto suba? La historia nos demuestra que no es tan sencillo.
Espera, ¿de verdad hay que caer en recesión para que bajen los tipos? Entonces, ¿los minoristas tienen alguna oportunidad?
¿Es momento de comprar en el suelo o de buscar refugio? Esa es la verdadera pregunta.
Ya veremos en diciembre, seguro que las instituciones ya han apostado.
Por cierto, el oro ya ha marcado máximos históricos, ¿y las criptos siguen dudando? ¿De verdad la liquidez llegará al mercado cripto?
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BlindBoxVictim
· hace19h
Un asunto con un 93% de probabilidad y todavía estamos debatiendo... Las instituciones ya han entrado, y nosotros apenas estamos mirando los datos.
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En cuanto se relaje la liquidez, hay que salir corriendo, pero esta vez tampoco sabemos hacia dónde ir.
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Siempre se habla de oportunidades estructurales, pero al final lo único estructural son las pérdidas.
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El oro ya ha marcado máximos históricos y aún seguimos dudando si ETH despegará o no, demasiado tarde para reaccionar.
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¿Bajada de tipos, una buena noticia? Eh... No es más que el preludio de una recesión económica.
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El que reacciona primero puede ganar dinero, pero yo siempre soy el octavo en reaccionar.
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¿Diciembre como punto de inflexión? Apostaría a que en diciembre seguiremos lateralizando otros tres meses.
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Lo de la espada de doble filo suena bien, pero en realidad es jugársela a la suerte.
El sentimiento del mercado está experimentando un giro sutil.
Según los últimos datos de la herramienta FedWatch del Chicago Mercantile Exchange, la probabilidad de que la Reserva Federal de EE. UU. recorte los tipos de interés en 25 puntos básicos en diciembre ya ha superado el 93%. Detrás de esta cifra, se encuentra el voto real de los operadores institucionales con dinero contante y sonante: la lógica de precios del mercado de futuros de tipos de interés se está reconstruyendo silenciosamente.
No es un solo factor el que impulsa esta expectativa. Los datos recientes del IPC muestran que la presión inflacionista sigue aliviándose, y los indicadores de inflación subyacente han caído durante tres meses consecutivos; al mismo tiempo, la inesperada debilidad de los datos de empleo no agrícola ha devuelto la narrativa del "aterrizaje suave" al primer plano. El tono de los funcionarios de la Reserva Federal también se está relajando: de "mantener una política restrictiva" a "evaluar cuidadosamente los próximos pasos", dejando entrever señales de un posible giro en la política monetaria.
Pero la clave no está en el recorte de tipos en sí, sino en las reacciones en cadena que se producirán después.
Una vez que se abra la compuerta de la liquidez, ¿hacia dónde fluirán los fondos? Los activos tradicionales de refugio, como el oro, ya han reaccionado anticipadamente, alcanzando máximos históricos; los tres principales índices bursátiles estadounidenses oscilan a la espera; y el mercado de las criptomonedas, como una de las clases de activos más sensibles a la liquidez, podría enfrentarse a una volatilidad aún mayor. El comportamiento de monedas principales como ETH y ZEC podría reflejar por adelantado la lógica de precios del mercado ante la “expectativa de relajación”.
Por supuesto, esto es un arma de doble filo. Bajar los tipos implica un menor coste de endeudamiento, lo que teóricamente beneficia a los activos de riesgo; pero si el recorte de tipos se debe a un aumento de las expectativas de recesión económica, el capital puede optar por refugiarse en lugar de arriesgarse. En la historia, cada punto de inflexión en la política monetaria ha ido acompañado de decisiones de dirección muy marcadas: así fue en 2008 y también en 2020.
Para los participantes ordinarios, el verdadero reto no es predecir si habrá recorte de tipos o no, sino encontrar certezas en medio de la incertidumbre. ¿Se verá erosionado el poder adquisitivo del efectivo? ¿Siguen siendo atractivos los productos de renta fija? ¿Cómo debería ajustarse la proporción de activos de riesgo en la cartera? No hay respuestas estándar a estas preguntas, pero sí una ley de hierro: cuando la narrativa macroeconómica sufre un cambio fundamental, quienes reaccionan primero suelen poder captar oportunidades estructurales.
La reunión sobre los tipos de interés de diciembre podría convertirse en el punto de inflexión más importante de los mercados financieros este año.