Muchas personas, nada más abrir la boca, dicen: “Tengo poco dinero, en el mundo cripto no tengo oportunidad”.

¿De verdad? Si el gran capital fuera el único billete de entrada, este mercado ya sería un club de ricos, ¿cómo podrían los pequeños inversores tener la oportunidad de remontar?

Piensa desde otra perspectiva: solo tienes 100 USDT y tu objetivo es llegar a 1.000 USDT. ¿Cómo lo harías?
¿Vas all-in en una moneda que pueda multiplicarse por 10? ¿O lo divides en pequeños objetivos e intentas crecer paso a paso?

La primera opción suena emocionante, pero en realidad es como correr desnudo en una mesa de apuestas. Si el mercado se tuerce un poco, puedes quedarte a cero en un instante.
La segunda opción parece lenta, pero al menos sigues vivo y cada paso que das es firme.

He visto a bastantes amigos que acaban de entrar en el sector, llevan doscientos o trescientos dólares en el bolsillo y cada vez que hacen una operación son extremadamente cautelosos, ni siquiera quieren poner un stop loss.
Luego les digo: no intentes hacerte rico de golpe. Márcate un objetivo pequeño, por ejemplo, convertir 100 USDT en 300 USDT.
Después divide ese trayecto en tres fases, en cada fase basta con ganar entre 30 y 50 USDT.
Al terminar cada fase, asegúrate de guardar parte de las ganancias, y el resto sigue haciéndolo crecer.

Es como las hormigas que van trasladando comida de un lado a otro; así, poco a poco, tu capital se irá consolidando.
El ritmo es más lento, sí, pero puedes soportar las tempestades. No lo arriesgas todo por un solo error y las ganancias se pueden ir acumulando, cada vez con más fuerza.

Yo mismo opero de esta manera:
La mayor parte del capital la destino a operaciones seguras, una pequeña parte para estrategias más arriesgadas, y las ganancias ya obtenidas las gestiono por separado. Así, aunque alguna vez me equivoque, no afecta de manera grave.

La clave de la acumulación progresiva no es enseñarte a ganar dinero rápido, sino a sobrevivir en el mercado durante mucho tiempo.
No se trata de ganar a lo grande en cada operación, sino de asegurarte de que tu dirección general es la correcta, de poder corregir pequeños errores a tiempo y de dejar que las ganancias se acumulen poco a poco.

Así que deja de poner la excusa de que “tienes poco capital”.
De hecho, tener poco capital es más adecuado para ir despacio y crecer de forma estable.
En vez de soñar despierto con hacerte rico de un día para otro, es mejor que primero consolides los fundamentos: lógica de trading, control del riesgo, etc.

Cuando realmente hagas crecer tu cuenta, te darás cuenta de que
lo que de verdad te hace mejorar no es una racha de suerte, sino ese proceso de prueba y error y acumulación constante.

Recuerda: duplicar tu capital nunca es cuestión de suerte, sino de paciencia y constancia. Paso a paso, de manera sólida.