Dos gigantes tecnológicos avanzan a toda velocidad por vías paralelas, pero ¿qué ocurre cuando chocan? Paul Davies, de la Universidad Estatal de Arizona, plantea una cuestión fascinante: el rumbo de colisión entre la computación cuántica y la inteligencia artificial. No hablamos solo de mejoras incrementales. Imagina procesadores cuánticos impulsados por bucles de aprendizaje de IA, o redes neuronales reescritas por cúbits que operan en superposición. La infraestructura que dará vida a los sistemas descentralizados del mañana podría nacer justamente de esta intersección. Es algo realmente alucinante.