La Reserva Federal baja los tipos de interés y el Banco de Japón los sube: esta combinación de políticas, que a primera vista parece rutinaria, podría estar ocultando un gran movimiento de capitales.
¿El efecto más directo? Hacia dónde fluye el dinero. Durante años, el entorno de tipos ultrabajos en Japón ha dado pie a operaciones de carry trade, que ahora se enfrentan a un cierre masivo. Imagina: los inversores que antes pedían prestado en yenes para comprar activos en dólares y aprovechar el diferencial de tipos, ahora ven cómo ese diferencial entre EE. UU. y Japón se reduce, e incluso podría invertirse. ¿Qué harán? Venderán activos denominados en dólares y cambiarán de nuevo a yenes para devolver los préstamos. No se trata de operaciones a pequeña escala, sino de un cambio de tendencia que podría provocar una gran repatriación de fondos a Japón.
Aún más interesante es el propio yen. La entrada de dólares en Japón no hará que el dólar se aprecie; al contrario, porque ese dinero acabará cambiándose a yenes, aumentando su demanda y, por tanto, fortaleciendo la moneda japonesa. Así es como surge la expectativa de que el tipo de cambio dólar/yen caiga.
Pero lo que realmente merece atención es el posible guion de expolio de riqueza que podría darse después.
Imagina este escenario: tras la entrada de capital en Japón, la Reserva Federal da un giro inesperado y sube los tipos, obligando a Japón a bajarlos. El diferencial vuelve a ampliarse. ¿Qué harán entonces los fondos que habían entrado antes? Cambiarán yenes por dólares a toda prisa y se irán. El yen se desploma, los precios de los activos caen, el coste de las importaciones se dispara... y con una deuda equivalente a 2,3 veces el PIB, Japón se vería atrapado entre la necesidad de abaratar su deuda y la presión de una fuerte devaluación de su moneda. La salida de capitales sumada a la inflación: este es el clásico mecanismo de expolio de riqueza.
Por supuesto, este caso extremo no tiene por qué materializarse.
¿El Banco de Japón bajando tipos justo después de subirlos? Sería una jugada demasiado arriesgada, que minaría la confianza del mercado. La Reserva Federal también tiene sus propios problemas: debilidad económica y déficit fiscal, por lo que el margen para subir tipos es muy limitado. Y lo más importante, Estados Unidos y Japón son aliados estratégicos, con mecanismos de coordinación política profundos; es poco probable que se embarquen en estrategias que perjudiquen a ambos.
Pero, dicho esto, así es el mercado financiero: cualquier movimiento de los bancos centrales provoca reacciones sensibles del capital. Cada ajuste de la política monetaria de EE. UU. y Japón es una batalla de intereses y un traslado de riqueza. Y el mercado cripto, siendo uno de los ámbitos más sensibles a la liquidez global, también sentirá el impacto de estas variables macroeconómicas.
Por eso, merece la pena seguir este tema de cerca. No porque necesariamente vaya a darse el peor escenario, sino porque es fundamental entender la lógica profunda de estos flujos de capital: a donde va el dinero, van los riesgos.
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CryptoCrazyGF
· hace18h
El carry trade se está cerrando, el yen está a punto de despegar, el dólar podría salir perjudicado esta vez.
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LostBetweenChains
· hace18h
El carry trade está a punto de desmoronarse, esta vez el yen japonés realmente podría despegar.
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CommunityLurker
· hace18h
Otra vez el mismo viejo truco, ya hace tiempo que veo a través del juego del diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón.
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CrossChainMessenger
· hace18h
Es la misma vieja jugada del capital: el cierre de posiciones en operaciones de carry trade sin duda impactará la liquidez en cripto.
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AirdropAutomaton
· hace18h
Esta operación es realmente increíble, la Reserva Federal y el Banco de Japón están colaborando, y el capital está aprovechando para sacar tajada en medio.
Tenemos que vigilar de cerca la evolución del yen, ese dinero acabará fluyendo sin duda hacia las criptomonedas.
Otra ronda de grandes cambios, los pequeños inversores realmente tienen que abrir los ojos.
En cuanto a la extracción de riqueza, están siendo implacables; Japón está tan endeudado que no puede aguantar más.
La inversión de la curva de tipos lo dice todo, el carry trade está explotando en masa.
Donde vaya el dinero, ahí debemos ir nosotros, esa es la lógica para sobrevivir.
Las fluctuaciones macroeconómicas se están transmitiendo y las criptomonedas serán las primeras en verse afectadas, hay que estar preparados.
La Reserva Federal baja los tipos de interés y el Banco de Japón los sube: esta combinación de políticas, que a primera vista parece rutinaria, podría estar ocultando un gran movimiento de capitales.
¿El efecto más directo? Hacia dónde fluye el dinero. Durante años, el entorno de tipos ultrabajos en Japón ha dado pie a operaciones de carry trade, que ahora se enfrentan a un cierre masivo. Imagina: los inversores que antes pedían prestado en yenes para comprar activos en dólares y aprovechar el diferencial de tipos, ahora ven cómo ese diferencial entre EE. UU. y Japón se reduce, e incluso podría invertirse. ¿Qué harán? Venderán activos denominados en dólares y cambiarán de nuevo a yenes para devolver los préstamos. No se trata de operaciones a pequeña escala, sino de un cambio de tendencia que podría provocar una gran repatriación de fondos a Japón.
Aún más interesante es el propio yen. La entrada de dólares en Japón no hará que el dólar se aprecie; al contrario, porque ese dinero acabará cambiándose a yenes, aumentando su demanda y, por tanto, fortaleciendo la moneda japonesa. Así es como surge la expectativa de que el tipo de cambio dólar/yen caiga.
Pero lo que realmente merece atención es el posible guion de expolio de riqueza que podría darse después.
Imagina este escenario: tras la entrada de capital en Japón, la Reserva Federal da un giro inesperado y sube los tipos, obligando a Japón a bajarlos. El diferencial vuelve a ampliarse. ¿Qué harán entonces los fondos que habían entrado antes? Cambiarán yenes por dólares a toda prisa y se irán. El yen se desploma, los precios de los activos caen, el coste de las importaciones se dispara... y con una deuda equivalente a 2,3 veces el PIB, Japón se vería atrapado entre la necesidad de abaratar su deuda y la presión de una fuerte devaluación de su moneda. La salida de capitales sumada a la inflación: este es el clásico mecanismo de expolio de riqueza.
Por supuesto, este caso extremo no tiene por qué materializarse.
¿El Banco de Japón bajando tipos justo después de subirlos? Sería una jugada demasiado arriesgada, que minaría la confianza del mercado. La Reserva Federal también tiene sus propios problemas: debilidad económica y déficit fiscal, por lo que el margen para subir tipos es muy limitado. Y lo más importante, Estados Unidos y Japón son aliados estratégicos, con mecanismos de coordinación política profundos; es poco probable que se embarquen en estrategias que perjudiquen a ambos.
Pero, dicho esto, así es el mercado financiero: cualquier movimiento de los bancos centrales provoca reacciones sensibles del capital. Cada ajuste de la política monetaria de EE. UU. y Japón es una batalla de intereses y un traslado de riqueza. Y el mercado cripto, siendo uno de los ámbitos más sensibles a la liquidez global, también sentirá el impacto de estas variables macroeconómicas.
Por eso, merece la pena seguir este tema de cerca. No porque necesariamente vaya a darse el peor escenario, sino porque es fundamental entender la lógica profunda de estos flujos de capital: a donde va el dinero, van los riesgos.