La verdad, hace un mes yo era de esos que, el día de cobrar el sueldo, ya vaciaba el carrito de la compra. ¿Ahorros? Eso no existía. Cada día hacía tantas horas extra que acababa con la cabeza embotada, llegaba a casa, me tumbaba y me pasaba el móvil en bucle, con la cartera tan vacía que se podía oír el eco.

Hasta que una noche de insomnio, mirando los escasos 1000U que me quedaban en el móvil, pensé: ¿y si apuesto esta última vez? Si pierdo, lo asumo; si gano, quizá pueda respirar un poco. Cuando se lo conté a un amigo, se echó a reír: «¿Tú? ¿Quieres remontar gracias a las criptomonedas?»

¿Y qué pasó? 30 días después, el saldo de la cuenta había subido a 13000U.

No te precipites a envidiarme: no soy ningún genio del trading, ni tengo información privilegiada. Solo me basé en tres métodos sencillos y cabezotas—y si tú también eres constante, seguro que puedes hacerlo igual de bien o mejor.

# Primera regla: cuando todos se lanzan de cabeza, yo espero agazapado

¿Cuál es la mayor trampa del criptomercado? Perseguir las tendencias calientes.

Cada vez que sopla el viento en el mercado, todos los grupos revientan de mensajes y la gente se pelea por entrar a comprar caro. Yo también lo hice antes, y acababa siempre atrapado en la cima.

Después cambié de estrategia: me centro en unas pocas monedas con buenos fundamentales, y espero a que el pánico las tire al suelo, con un volumen raquítico. Es entonces cuando empiezo a entrar poco a poco. Cuando el mercado se recupera y sube el volumen, aumento la posición un 30% más y me retiro asegurando ganancias.

La verdadera oportunidad nunca está donde más ruido hay, sino escondida en los rincones donde nadie mira.

# Segunda regla: el capital es sagrado, solo arriesga los beneficios

Dividí los 1000U en tres partes:

- Una para seguir tendencias a medio-largo plazo
- Otra para hacer operaciones a corto plazo
- Y otra reservada para emergencias o para comprar en caídas

La norma más estricta: **cada vez que gano, solo uso los beneficios para la siguiente operación, el capital inicial no se toca jamás**.

Parece lento, pero en realidad esa es la clave del interés compuesto: no se trata de doblar la cuenta de golpe, sino de hacer que los beneficios generen más beneficios. Si proteges tu capital, el tiempo juega a tu favor.

# Tercera regla: la disciplina vale mil veces más que la técnica

Me impuse unas reglas férreas:

- Máximo dos operaciones al día
- Cada orden con take profit y stop loss definidos de antemano, sin cambios de última hora
- Si no entiendo el mercado, fuera; si lo veo claro, entro sin dudar

En resumen: mi técnica tampoco es gran cosa, pero sé controlar mis impulsos. Por mucha volatilidad que haya, si toca asumir pérdidas, lo hago; si toca recoger beneficios, también, sin dudarlo.

Ganar dinero no es tan difícil; lo difícil es no dejarse llevar, no ser codicioso, no actuar por impulso.

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Después de un mes, no solo ha cambiado el saldo de mi cuenta, sino mi forma de ver el mercado: el mundo cripto nunca escasea en oportunidades, lo que escasea es gente capaz de mantener la calma y respetar sus principios.

Si sigues soñando con hacerte rico de la noche a la mañana, seguramente lo perderás todo; pero si eres paciente, disciplinado y te marcas un plan, remontar no es nada del otro mundo.