Últimamente siento que el ambiente en el sector realmente se ha venido abajo. He visto muchos mercados bajistas, pero es la primera vez que me encuentro con una desesperación colectiva de este tipo. Quizás sea el preludio de una gran reestructuración en la industria. La verdad, desde el día en que entré, lo tuve muy claro: esto es una apuesta a lo grande, nunca esperé convertirme en ningún constructor. Ahora, parece que quienes sean capaces de aguantar esta tormenta emocional son los que de verdad habrán entrado en el sector.