El 6 de diciembre, el mundo cripto volvió a vivir una “masacre”.

El Bitcoin cayó directamente por debajo de la barrera de los 90.000 dólares, cotizando a 89.689$, con una caída del 3% en 24 horas. Más de 130.000 personas fueron liquidadas en todo el mercado, y el volumen total de liquidaciones se disparó hasta los 418 millones de dólares, de los cuales 349 millones correspondieron a posiciones largas. Detrás de esta ola bajista se combinaron varios factores: el enfriamiento de las expectativas de recorte de tipos por parte de la Reserva Federal, la retirada de las posiciones con ganancias y el colapso del apalancamiento largo, lo que ha llevado a los alcistas a ser arrasados.

Por parte de Grayscale, siguen los movimientos, ya que han presentado ante la SEC el formulario S-1 para un ETF spot de SUI. Esta entidad está cada vez más inmersa en la carrera de los ETF; ¿despegará SUI a continuación? Todo el mercado está pendiente.

Más emocionante aún, una ballena que llevaba 14 años inactiva despertó de repente: la dirección empieza por 1Au1uZ y, hace 6 horas, transfirió directamente 1.000 BTC a una nueva cartera. Tras ser detectada por Lookonchain, muchos empezaron a especular: ¿va a tirar el mercado o está preparando algo grande?

Mientras las principales criptos sangran, las altcoins están viviendo una auténtica “montaña rusa”. LUNC subió un 70% en un solo día, LUNA un 35% y ACE saltó un 23%; por el contrario, SXP y BAT cayeron directamente un 17%, mostrando una polarización extrema. Curiosamente, los ETF de monedas como SOL siguen recibiendo entradas de capital, pero el precio ha caído más del 20%, completamente desacoplados.

En materia regulatoria, tampoco ha habido descanso. La SEC actualizó la agenda de la mesa redonda del 15 de diciembre, cuyo tema será criptomonedas, supervisión financiera y privacidad; asistirán figuras como Zooko Wilcox, fundador de Zcash, por lo que probablemente se debatirá de nuevo el marco regulatorio. En China, siete asociaciones han emitido conjuntamente una advertencia de riesgos, prohibiendo expresamente a las instituciones financieras participar en actividades relacionadas con criptomonedas, con una regulación cada vez más estricta.

Las posturas institucionales también empiezan a dividirse: BlackRock se muestra bajista con las altcoins, mientras que Vanguard ha abierto el comercio de ETF de Bitcoin. En esta situación, la gestión de posiciones y el establecimiento de stop loss son más importantes que nunca: no permitas que una sola corrección borre tu capital.