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El Banco Central de Canadá se ha vuelto repentinamente más agresivo.

Las expectativas del mercado han dado un giro de 180 grados en 48 horas: ahora los operadores apuestan no por una bajada, sino por una subida de tipos. Y el momento ya está fijado: antes de octubre de 2026.

¿El cambio ha llegado por sorpresa? En realidad, las señales ya estaban ahí. El día que se publicaron los datos de empleo de noviembre, la caída del paro superó con creces las previsiones. ¿Qué significa un mercado laboral sobrecalentado? Riesgo de que las presiones inflacionistas regresen. En este contexto, el banco central no tiene margen de maniobra.

El mercado de bonos ya está votando con los pies. Se están vendiendo bonos del Estado de forma masiva y la curva de rendimientos se ha empinado notablemente. Es una señal clásica de que se reanudan las "operaciones de endurecimiento".

Lo interesante es esto: mientras los principales bancos centrales del mundo siguen debatiendo el ritmo de la relajación, Canadá ya está considerando hacer lo contrario. Una política monetaria independiente no es algo nuevo, pero el momento es muy delicado. Rompe la narrativa lineal de "la Fed baja tipos → se libera liquidez global de forma sincronizada".

Si Canadá realmente da el primer paso para endurecer, la lógica de los flujos transfronterizos de capital cambiará. En los modelos de valoración de activos, el factor diferencial de tipos tendrá que reajustarse de nuevo.

Una pequeña pregunta: ¿crees que esto es un caso aislado o el preludio de una tendencia? Si más bancos centrales retrasan la relajación debido a la fortaleza de sus datos económicos, ¿siguen siendo válidas las expectativas de liquidez en el mercado cripto?