Las cifras de gasto de los consumidores en septiembre fueron tibias, un cambio notable tras varios meses de crecimiento robusto. Los datos sugieren que la economía en general podría estar atravesando una etapa difícil. ¿Qué está lastrando la situación? El aumento del coste de la vida sigue apretando a los hogares, mientras que un mercado laboral en enfriamiento hace que la gente se lo piense dos veces antes de gastar. Cuando los salarios se sienten menos seguros y todo cuesta más, la demanda naturalmente se resiente. Habrá que ver cómo evoluciona esto en los próximos trimestres.