Los reguladores europeos acaban de soltar una bomba: han impuesto una multa de 120 millones de euros a X por lo que califican como un sistema de verificación "engañoso". Esta es la primera sanción impuesta bajo la Ley de Servicios Digitales, y no es poca cosa. ¿El caos de la marca azul? Al parecer, se ha cruzado una línea. Los reguladores argumentaron que el sistema engañaba a los usuarios sobre la autenticidad de las cuentas, creando confusión en toda la plataforma. Para quienes siguen las tendencias regulatorias en tecnología y redes sociales, esto marca un precedente. La aplicación de la DSA es seria, y las plataformas deben tomarse la conformidad muy en serio. ¿Podría esto afectar la forma en que los proyectos Web3 gestionan la verificación de identidad? Habrá que estar atentos.