Tras dos meses de retraso, por fin esta noche se desvelarán los datos clave del PCE de septiembre.

Este indicador de inflación, que originalmente debía publicarse a finales de octubre, se ha visto aplazado hasta ahora por el cierre del gobierno. El problema es que llega justo antes de la reunión de la Fed del 10 de diciembre, lo que supone la última oportunidad para que el mercado estime la probabilidad de recorte de tipos basándose en los datos.

Si la tasa anual del PCE supera el 2,9% o la mensual rebasa el 0,2%, la historia se complica: la inflación sigue sin estar controlada, las expectativas de recorte de tipos se desinflan, y el reciente rebote del mercado podría haber sido solo una trampa.

El mercado ya empieza a tensarse. El soporte clave de Ethereum hoy está en la zona de 3070 a 2970, y por debajo, en 2935 y 2915. Por arriba, la resistencia está en 3210; si no se supera este nivel, la debilidad persistirá.

Esta tarde, en el rebote hacia 3160 abrí directamente una posición corta, tanto en ETH como en BTC, recogiendo beneficios en ambos frentes. Algún amigo me comentó “esta operación ha sido tan satisfactoria que dan ganas de llorar”; en realidad, simplemente anticipé que 3160 era un techo a corto plazo, y el timing fue el adecuado.

Ahora estoy esperando la volatilidad anómala que suele haber antes y después de la publicación de los datos: o bien un pánico repentino, o bien una falsa ruptura seguida de retroceso. Es en estos momentos cuando suelen surgir las mejores oportunidades. Esta noche, tanto si hay un baño de sangre como si hay un rally alcista, primero hay que identificar bien la dirección.