El político británico Nigel Farage acaba de hacer una promesa impactante: si su partido gana en las próximas elecciones, el Reino Unido añadirá Bitcoin a sus reservas nacionales. Y aquí viene lo más sorprendente: su partido está actualmente en la cima de las encuestas. Esto podría suponer un cambio histórico en la manera en que una gran economía aborda los criptoactivos. Imagina a una nación del G7 acumulando oficialmente sats como parte de su estrategia de tesorería. ¿Las implicaciones? Enormes. Desde un precedente regulatorio hasta la confianza del mercado, esta promesa podría cambiar por completo el enfoque institucional hacia la adopción de Bitcoin. Tanto si se materializa como si queda en mera retórica de campaña, hay algo claro: el debate sobre las reservas soberanas de criptomonedas está cobrando fuerza rápidamente.