Se rumorea que la administración está planeando algo grande para 2026. Hablamos de robots humanoides: máquinas que caminan, trabajan y que potencialmente podrían transformar el mercado laboral tal y como lo conocemos.

El Secretario de Comercio, Howard Lutnick, aparentemente apuesta todo por esta visión. ¿El objetivo? Colocar a Estados Unidos a la vanguardia de la robótica antes de que otros grandes actores den su paso. No se trata tanto de fantasías de ciencia ficción, sino de una estrategia práctica: construir una fuerza laboral robótica capaz de realizar tareas que los humanos quizás no quieran hacer.

La carrera es real. China está apostando fuerte por la automatización y la fabricación impulsada por IA. Así que no se trata solo de ambición tecnológica, sino de defensa económica. Quien llegue primero podría definir la próxima década del poder industrial.

Aun así, persisten las dudas. ¿Podrá EE. UU. lograr la producción en masa? ¿Las regulaciones irán al mismo ritmo? ¿Y qué ocurrirá con la fuerza laboral cuando los robots entren en acción? El plazo de 2026 parece ambicioso, pero quizá ese sea el objetivo. Muévete rápido o quédate atrás.