La subida de tipos del Banco de Japón está sometiendo al Bitcoin a una auténtica prueba de estrés.

El precio lo dice todo: el BTC ha caído desde el máximo de 104.000 dólares hasta moverse entre 86.000 y 88.000 dólares, con un descenso de más del 18%. Y aún no ha llegado la reunión de tipos de diciembre, pero el mercado ya está reaccionando por adelantado. Si repasamos lo ocurrido en julio del año pasado, el impacto fue aún mayor: tras la subida de tipos en Japón, el Bitcoin cayó casi una cuarta parte en un solo día y el mercado global de criptoactivos quedó sumido en el pánico.

La lógica detrás de esto no es complicada. Si Japón sube los tipos, el dinero tiende a regresar; ¿quién va a querer arriesgarse con activos de alta volatilidad? Lo más grave es el colapso del carry trade con el yen: en los últimos años, muchos aprovecharon los tipos cero del yen para apalancarse y comprar criptomonedas, pero ahora, con la subida de tipos, esas posiciones deben cerrarse y devolver el dinero. ¿Qué tan rápido se retira el capital? Basta con mirar la liquidez.

El problema mayor es que la liquidez global se está endureciendo. Japón no es un caso aislado; su política monetaria afecta en cadena a la rentabilidad de los bonos estadounidenses y al índice del dólar, lo que reduce el margen de maniobra para las criptomonedas. Aunque el Bitcoin suele considerarse como "oro digital", cuando la liquidez se contrae, su alta volatilidad se convierte en una excusa para vender.

El 19 de diciembre es una fecha que hay que vigilar de cerca. En este contexto, una nueva ronda de volatilidad puede desatarse en cualquier momento.