El mercado de ETF de Bitcoin acaba de presenciar su éxodo de capital más dramático en dos semanas: algo está cambiando bajo la superficie.

¿El peso pesado? El IBIT de BlackRock vio salir 112,9 millones de dólares por la puerta. No muy lejos, el FBTC de Fidelity perdió otros 54,2 millones de dólares. Pero aquí está la clave: no solo sangraron los gigantes. El HODL de VanEck, el GBTC de Grayscale y el BITB de Bitwise también se sumaron a la retirada.

Cuando el dinero institucional se mueve al unísono de esta manera, rara vez es una coincidencia. La cuestión no es solo sobre las salidas de capital, sino sobre lo que estos grandes actores ven venir y los minoristas no.