Vaya, las autoridades malasias acaban de desmantelar una enorme operación ilegal de minería de Bitcoin que, al parecer, robó electricidad por un valor de más de 1.100 millones de dólares. Sí, lo has leído bien: mil millones con "B". Estos mineros estaban desviando energía a escala industrial. Ahora las autoridades van a por los culpables con todo. Esto es otro recordatorio de que, aunque la minería de criptomonedas puede ser rentable, hacer trampas con conexiones eléctricas ilegales acaba pasando factura. Los gobiernos de todo el mundo están endureciendo las medidas contra las operaciones de minería no autorizadas, especialmente cuando están agotando recursos públicos. Me pregunto cuántos equipos de minería fueron incautados en esta redada.