Según informa Jinse Finance, Pierre Rochard, vicepresidente de investigación de Riot Platforms, ha declarado que el bitcóin puede entenderse como un “depósito de ahorro de capital excedente global”: cuando los tipos de interés son bajos, la liquidez es abundante y hay escasas oportunidades de inversión física con alta rentabilidad esperada sobre el capital invertido (ROIC), el capital de ahorro fluye hacia el bitcóin, ya que posee una escasez absoluta y es una red digital global de código abierto con un suministro fijo de 21 millones de unidades. Con el tiempo, cada vez más bitcoines son retenidos por inversores a largo plazo, empresas, fondos cotizados (ETF) e instituciones gubernamentales, que consideran el BTC como un activo de reserva estratégica y no como un inventario para negociación. Esto hace que la oferta circulante efectiva de bitcóin sea extremadamente rígida: la nueva demanda suele reflejarse principalmente en el aumento de precio denominado en moneda fiduciaria, en lugar de depender de la entrada de nuevos tokens al mercado. Cuando el entorno de mercado se revierte (con alzas de tipos de interés o disminución del apetito por el riesgo), los especuladores pueden optar por vender, pero la mayoría de los ahorradores a largo plazo no seguirán la tendencia; la mayor parte del capital que entra en el mercado seguirá quedando acumulado. Esta asimetría entre la oferta y la demanda da lugar al llamado “efecto trinquete” en el tipo de cambio del bitcóin: aunque las correcciones profundas son habituales, los mínimos tras los desplomes suelen situarse por encima de los mínimos del ciclo anterior.
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El vicepresidente de investigación de Riot Platforms: El Bitcoin puede entenderse como un "depósito de ahorro" para el exceso de capital global.
Según informa Jinse Finance, Pierre Rochard, vicepresidente de investigación de Riot Platforms, ha declarado que el bitcóin puede entenderse como un “depósito de ahorro de capital excedente global”: cuando los tipos de interés son bajos, la liquidez es abundante y hay escasas oportunidades de inversión física con alta rentabilidad esperada sobre el capital invertido (ROIC), el capital de ahorro fluye hacia el bitcóin, ya que posee una escasez absoluta y es una red digital global de código abierto con un suministro fijo de 21 millones de unidades. Con el tiempo, cada vez más bitcoines son retenidos por inversores a largo plazo, empresas, fondos cotizados (ETF) e instituciones gubernamentales, que consideran el BTC como un activo de reserva estratégica y no como un inventario para negociación. Esto hace que la oferta circulante efectiva de bitcóin sea extremadamente rígida: la nueva demanda suele reflejarse principalmente en el aumento de precio denominado en moneda fiduciaria, en lugar de depender de la entrada de nuevos tokens al mercado. Cuando el entorno de mercado se revierte (con alzas de tipos de interés o disminución del apetito por el riesgo), los especuladores pueden optar por vender, pero la mayoría de los ahorradores a largo plazo no seguirán la tendencia; la mayor parte del capital que entra en el mercado seguirá quedando acumulado. Esta asimetría entre la oferta y la demanda da lugar al llamado “efecto trinquete” en el tipo de cambio del bitcóin: aunque las correcciones profundas son habituales, los mínimos tras los desplomes suelen situarse por encima de los mínimos del ciclo anterior.