El 2 de diciembre, la mayor gestora de activos del mundo, BlackRock, publicó su informe de perspectivas de inversión para 2026. Aunque dicho informe no guarda demasiada relación directa con el mercado de criptomonedas (en el PDF de 18 páginas solo una está dedicada a las stablecoins), como “rey global de la gestión de activos”, BlackRock describe en el informe el entorno y los cambios actuales de la economía mundial. En un momento en el que la interconexión entre el mercado cripto y los mercados financieros tradicionales es cada vez mayor, esto puede tener cierto valor orientativo para los cambios macroeconómicos futuros. Además, BlackRock ofrece en el informe su estrategia de asignación en el nuevo entorno de mercado, lo que puede servir de referencia para los usuarios que deseen diversificar sus inversiones.
El informe completo es extenso; a continuación, Odaily Planeta Diario intenta resumir y simplificar esta hoja de ruta de BlackRock para 2026.
“Fuerzas superpotentes” están remodelando el mundo
BlackRock menciona al inicio que el mundo actual se encuentra en una era de cambios estructurales impulsados por varias “fuerzas superpotentes” (mega forces), tales como la fragmentación geopolítica, la evolución del sistema financiero (N. del T.: aquí se habla principalmente de las stablecoins), la transición energética, entre otros. Entre todas ellas, la inteligencia artificial (IA) destaca como la fuerza transformadora más significativa: su desarrollo avanza a un ritmo y escala sin precedentes, y el paso del sector de un modelo “ligero en capital” a uno “intensivo en capital” está cambiando profundamente el entorno inversor.
En la estructura de mercado actual, los inversores no pueden evitar hacer juicios sobre la dirección del mercado; es decir, no existen posturas absolutamente neutrales, y ni siquiera la inversión pasiva en índices es una opción neutral.
Fuerza dominante: IA
La IA es la fuerza superpotente dominante en la actualidad, impulsando las bolsas estadounidenses a máximos históricos en lo que va de año. En los últimos meses, los inversores están cada vez más preocupados por si se está formando una burbuja de IA: según el PER de Shiller, la valoración de la bolsa estadounidense ha alcanzado niveles solo vistos durante la burbuja de las puntocom y la Gran Depresión de 1929.
A lo largo de la historia, cada gran periodo de transformación ha venido acompañado de burbujas de mercado, y esta vez podría repetirse, aunque las burbujas solo muestran sus señales evidentes tras estallar. Por ello, BlackRock pone especial atención en su informe a la correspondencia entre la magnitud de la inversión en IA y los retornos potenciales, que es la línea principal del seguimiento de la revolución tecnológica de la IA y la cuestión central que pretende responder el informe.
BlackRock considera que la temática de la IA sigue siendo el principal motor de la renta variable estadounidense, por lo que mantendrá su preferencia por el riesgo, aunque el entorno actual exige una mayor gestión activa. Tanto para identificar a los ganadores en la carrera de la IA en esta fase, como para capturar las oportunidades cuando los beneficios de la IA empiecen a difundirse en el futuro, la selección activa será clave.
Pregunta central del mercado: ¿Coinciden “gastos adelantados” y “beneficios posteriores”?
Actualmente, la cuestión central para los inversores es cómo evaluar la enorme inversión de capital en IA y la escala potencial de ingresos, y si ambos magnitudes son compatibles.
El desarrollo de la IA requiere inversiones iniciales en potencia de cálculo, centros de datos e infraestructuras energéticas, pero los retornos de esas inversiones se retrasan en el tiempo. El desfase temporal entre el gasto de capital y los beneficios ha llevado a los constructores de IA a recurrir a la deuda para superar los retos de financiación. Estas inversiones anticipadas son necesarias para lograr los beneficios finales, pero también generan un entorno de inversión radicalmente distinto, cuyas principales características son:
Mayor apalancamiento: el volumen de emisión de crédito en mercados públicos y privados aumenta considerablemente;
Mayores costes de capital: el endeudamiento masivo eleva los tipos de interés;
Concentración de oportunidades: hasta que los beneficios de la IA se expandan a la economía en general, las subidas de mercado siguen concentradas en el sector tecnológico;
Más espacio para la gestión activa: cuando los beneficios se difundan realmente más allá de la tecnología, aumentarán mucho las oportunidades para la gestión y selección activa de valores.
No hay una respuesta definitiva a la pregunta de si gastos e ingresos coinciden. BlackRock opina que la clave es si la economía estadounidense puede superar su tendencia histórica de crecimiento del 2% a largo plazo.
BlackRock prevé que el gasto de capital en IA continuará impulsando el crecimiento económico en 2026; este año la inversión ya ha triplicado la contribución histórica promedio al crecimiento de EE. UU. Es probable que esta dinámica de crecimiento “intensivo en capital” continúe el año que viene, permitiendo que la economía mantenga su resiliencia incluso si el mercado laboral sigue enfriándose.
¿Pero será suficiente para que la economía estadounidense supere la línea de tendencia del 2%? En los últimos 150 años, ninguna gran innovación —incluidas la máquina de vapor, la electricidad o la revolución digital— lo ha conseguido. Sin embargo, la IA podría hacer posible este hito por primera vez. La razón es que la IA no solo es una innovación en sí misma, sino que además puede acelerar otras innovaciones. No se limita a automatizar tareas, sino que, gracias al aprendizaje y la mejora iterativa, puede acelerar la generación de ideas y los avances científicos.
Tres temas clave
Lo micro se vuelve macro
La construcción de infraestructuras de IA está en manos de unas pocas empresas, cuyo volumen de gasto es tan grande que ya tiene impacto a nivel macroeconómico. En el futuro, los ingresos generados por la IA podrían cubrir estos gastos, aunque no está claro qué parte se llevará cada empresa líder.
BlackRock mantendrá su preferencia por el riesgo y la sobreponderación en renta variable estadounidense para la temática de IA (apoyado en fuertes expectativas de beneficios; aunque algunas empresas no recuperen toda la inversión, el gasto total de capital debería ser rentable), y considera que este es un momento óptimo para la gestión activa.
Aumento del apalancamiento
Superar la “colina de financiación” de la IA, con inversiones adelantadas y beneficios diferidos, exige apoyo financiero a largo plazo, por lo que el apalancamiento es inevitable. Este proceso ya ha comenzado, como lo demuestra la reciente emisión masiva de deuda de las grandes tecnológicas.
BlackRock prevé que las empresas seguirán acudiendo masivamente tanto a los mercados de crédito públicos como privados. El aumento del endeudamiento en ambos sectores puede seguir presionando al alza los tipos de interés. El alto coste de la deuda es una de las razones por las que pensamos que la prima por vencimiento (la compensación exigida por los inversores en bonos a largo plazo) aumentará y elevará los rendimientos. Por ello, hemos reducido la exposición a la deuda pública estadounidense a largo plazo.
Trampa de la diversificación
Las decisiones de cartera tomadas bajo el pretexto de la “diversificación” en realidad representan apuestas activas más grandes que nunca, cuyo objetivo es evitar las escasas fuerzas que actualmente impulsan el mercado. El análisis de BlackRock revela que, tras eliminar factores comunes como valor o momentum, una parte creciente de los rendimientos bursátiles estadounidenses responde a un único motor común. El mercado está cada vez más concentrado y con menos amplitud. Intentar diversificar el riesgo de EE. UU. o la IA recurriendo a otras regiones o índices equiponderados constituye en realidad una decisión activa mayor que antes.
BlackRock considera que la verdadera diversificación implica pasar de visiones generales sobre clases de activos o regiones, a asignaciones y temáticas más detalladas, flexibles y eficaces en distintos escenarios. Las carteras necesitan un plan B claro y estar preparadas para girar rápidamente. En este entorno, los inversores deben reducir la diversificación ciega y centrarse más en asumir riesgos de forma consciente.
Opinión sobre las stablecoins
Al enumerar las “fuerzas superpotentes” que están remodelando la economía y los mercados financieros mundiales, BlackRock pone el foco en cinco áreas: IA, geopolítica, sistema financiero, crédito privado e infraestructuras energéticas.
En cuanto a la evolución del sistema financiero, BlackRock analiza el desarrollo de las stablecoins como único caso. Observa que la adopción de las stablecoins está creciendo y que se están integrando cada vez más en los sistemas de pago tradicionales.
Las stablecoins podrían competir con los depósitos bancarios o los fondos del mercado monetario, y si alcanzan suficiente escala, podrían influir considerablemente en la forma en que los bancos prestan crédito a la economía real. Más allá del sector bancario, BlackRock aprecia el potencial de las stablecoins en pagos transfronterizos. En los mercados emergentes, las stablecoins pueden servir como alternativa a la moneda local para pagos nacionales, expandiendo el uso del dólar, aunque si el uso de la moneda local disminuye, esto podría desafiar el control de la política monetaria y, en cierto modo, respaldar al dólar.
Estos cambios representan un paso modesto pero importante hacia un sistema financiero tokenizado, que evoluciona rápidamente: el dólar digital y los canales tradicionales coexisten y remodelan tanto la intermediación como la transmisión de la política monetaria.
Plan de asignación de BlackRock
Ahora, lo más importante: al final del informe, BlackRock expone su estrategia de asignación de activos, analizando su lógica inversora tanto desde un punto de vista táctico como estratégico. “Más vale copiar al que sabe que devanarse los sesos”; si no quieres pensar demasiado, quizá baste con copiar la tarea.
En horizontes superiores a 5 años (estrategia) y de 6 a 12 meses (táctica), la idea central de BlackRock es la siguiente.
A nivel estratégico:
Construcción de cartera: a medida que se clarifican los ganadores y perdedores de la IA, optamos por construir carteras basadas en análisis de escenarios. Buscamos retornos especiales a través del mercado privado y los hedge funds, anclando así la exposición a las “fuerzas superpotentes”.
Capital y crédito privado en infraestructuras: consideramos atractivas las valoraciones en acciones de infraestructuras, pues las fuerzas superpotentes impulsan una demanda estructural. Seguimos positivos en crédito privado, aunque prevemos una mayor diferenciación en el sector, lo que subraya la importancia de elegir bien los gestores.
Más allá de los índices ponderados por capitalización: realizamos asignaciones más precisas en los mercados públicos. Preferimos la deuda soberana de mercados desarrollados fuera de EE. UU. En renta variable, somos más optimistas en mercados emergentes que en desarrollados, aunque seleccionamos dentro de ambos. En emergentes destacamos India, en la intersección de diversas fuerzas de cambio; en desarrollados, Japón, ya que la inflación moderada y las reformas empresariales están mejorando su perspectiva.
A nivel táctico:
Seguimos apostando por la IA: los sólidos beneficios, márgenes estables y balances sólidos de las grandes tecnológicas seguirán respaldando el desarrollo de la IA. La política laxa de la Fed hasta 2026 y la menor incertidumbre política refuerzan nuestra sobreponderación en renta variable estadounidense.
Exposición internacional selectiva: somos positivos en bolsa japonesa, gracias a su fuerte crecimiento nominal y el avance de la reforma de la gobernanza corporativa. En Europa, invertimos de forma selectiva y preferimos los sectores financiero, utilities y salud; en renta fija, tenemos preferencia por mercados emergentes, ya que muestran mayor resiliencia económica y políticas fiscales y monetarias más sólidas.
Herramientas de diversificación adaptadas: dado que la deuda estadounidense a largo plazo ya no estabiliza la cartera, recomendamos buscar herramientas alternativas (“plan B”) de cobertura y prestar atención a posibles cambios en el sentimiento. El oro, por sus características únicas, puede ser útil tácticamente, pero no lo vemos como cobertura estructural a largo plazo.
En mayor detalle, la estrategia de BlackRock para renta variable y renta fija por mercados y su razonamiento es la siguiente:
Bolsa estadounidense (sobreponderar): los sólidos beneficios empresariales (en parte impulsados por la IA) y el buen entorno macroeconómico seguirán apoyando la evolución de Wall Street;
Bolsa europea (neutral): necesitamos ver más políticas pro-empresa y mercados de capital más profundos; preferencia temporal por los sectores financiero, utilities y salud;
Bolsa británica (neutral): aunque las valoraciones son atractivas frente a EE. UU., faltan catalizadores a corto plazo, así que mantenemos una postura neutral.
Bolsa japonesa (sobreponderar): el fuerte PIB nominal, el sano gasto de capital empresarial y las reformas de gobernanza favorecen el rendimiento en Japón.
Bolsa china (neutral): preferencia dentro del rango neutral por los valores tecnológicos.
Mercados emergentes (neutral): la resiliencia económica ha mejorado, pero sigue siendo necesaria la selección; se dará importancia a oportunidades relacionadas con IA, transición energética y reconfiguración de cadenas de suministro, como México, Brasil y Vietnam.
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· hace7h
El "presidente en la sombra" de la Reserva Federal, Kevin Hassett: dovish, pro-cripto y "marioneta de Trump"
Autor: Zen, PANews
A medida que Trump insinúa públicamente en varias ocasiones que ya ha decidido quién será el próximo presidente de la Reserva Federal, Kevin Hassett, director del Consejo Nacional de Economía (NEC) de la Casa Blanca, es considerado por los principales medios y mercados de predicción como uno de los candidatos con más probabilidades de reemplazar a Powell. En torno a él giran tres relatos entrelazados: un economista conservador típico del Partido Republicano.
Resumen de las perspectivas de inversión de BlackRock para 2026: ¿Puede mantenerse el mercado alcista global impulsado por la burbuja de la IA?
Autor: Azuma, Odaily Planeta Diario
El 2 de diciembre, la mayor gestora de activos del mundo, BlackRock, publicó su informe de perspectivas de inversión para 2026. Aunque dicho informe no guarda demasiada relación directa con el mercado de criptomonedas (en el PDF de 18 páginas solo una está dedicada a las stablecoins), como “rey global de la gestión de activos”, BlackRock describe en el informe el entorno y los cambios actuales de la economía mundial. En un momento en el que la interconexión entre el mercado cripto y los mercados financieros tradicionales es cada vez mayor, esto puede tener cierto valor orientativo para los cambios macroeconómicos futuros. Además, BlackRock ofrece en el informe su estrategia de asignación en el nuevo entorno de mercado, lo que puede servir de referencia para los usuarios que deseen diversificar sus inversiones.
El informe completo es extenso; a continuación, Odaily Planeta Diario intenta resumir y simplificar esta hoja de ruta de BlackRock para 2026.
“Fuerzas superpotentes” están remodelando el mundo
BlackRock menciona al inicio que el mundo actual se encuentra en una era de cambios estructurales impulsados por varias “fuerzas superpotentes” (mega forces), tales como la fragmentación geopolítica, la evolución del sistema financiero (N. del T.: aquí se habla principalmente de las stablecoins), la transición energética, entre otros. Entre todas ellas, la inteligencia artificial (IA) destaca como la fuerza transformadora más significativa: su desarrollo avanza a un ritmo y escala sin precedentes, y el paso del sector de un modelo “ligero en capital” a uno “intensivo en capital” está cambiando profundamente el entorno inversor.
En la estructura de mercado actual, los inversores no pueden evitar hacer juicios sobre la dirección del mercado; es decir, no existen posturas absolutamente neutrales, y ni siquiera la inversión pasiva en índices es una opción neutral.
Fuerza dominante: IA
La IA es la fuerza superpotente dominante en la actualidad, impulsando las bolsas estadounidenses a máximos históricos en lo que va de año. En los últimos meses, los inversores están cada vez más preocupados por si se está formando una burbuja de IA: según el PER de Shiller, la valoración de la bolsa estadounidense ha alcanzado niveles solo vistos durante la burbuja de las puntocom y la Gran Depresión de 1929.
A lo largo de la historia, cada gran periodo de transformación ha venido acompañado de burbujas de mercado, y esta vez podría repetirse, aunque las burbujas solo muestran sus señales evidentes tras estallar. Por ello, BlackRock pone especial atención en su informe a la correspondencia entre la magnitud de la inversión en IA y los retornos potenciales, que es la línea principal del seguimiento de la revolución tecnológica de la IA y la cuestión central que pretende responder el informe.
BlackRock considera que la temática de la IA sigue siendo el principal motor de la renta variable estadounidense, por lo que mantendrá su preferencia por el riesgo, aunque el entorno actual exige una mayor gestión activa. Tanto para identificar a los ganadores en la carrera de la IA en esta fase, como para capturar las oportunidades cuando los beneficios de la IA empiecen a difundirse en el futuro, la selección activa será clave.
Pregunta central del mercado: ¿Coinciden “gastos adelantados” y “beneficios posteriores”?
Actualmente, la cuestión central para los inversores es cómo evaluar la enorme inversión de capital en IA y la escala potencial de ingresos, y si ambos magnitudes son compatibles.
El desarrollo de la IA requiere inversiones iniciales en potencia de cálculo, centros de datos e infraestructuras energéticas, pero los retornos de esas inversiones se retrasan en el tiempo. El desfase temporal entre el gasto de capital y los beneficios ha llevado a los constructores de IA a recurrir a la deuda para superar los retos de financiación. Estas inversiones anticipadas son necesarias para lograr los beneficios finales, pero también generan un entorno de inversión radicalmente distinto, cuyas principales características son:
No hay una respuesta definitiva a la pregunta de si gastos e ingresos coinciden. BlackRock opina que la clave es si la economía estadounidense puede superar su tendencia histórica de crecimiento del 2% a largo plazo.
BlackRock prevé que el gasto de capital en IA continuará impulsando el crecimiento económico en 2026; este año la inversión ya ha triplicado la contribución histórica promedio al crecimiento de EE. UU. Es probable que esta dinámica de crecimiento “intensivo en capital” continúe el año que viene, permitiendo que la economía mantenga su resiliencia incluso si el mercado laboral sigue enfriándose.
¿Pero será suficiente para que la economía estadounidense supere la línea de tendencia del 2%? En los últimos 150 años, ninguna gran innovación —incluidas la máquina de vapor, la electricidad o la revolución digital— lo ha conseguido. Sin embargo, la IA podría hacer posible este hito por primera vez. La razón es que la IA no solo es una innovación en sí misma, sino que además puede acelerar otras innovaciones. No se limita a automatizar tareas, sino que, gracias al aprendizaje y la mejora iterativa, puede acelerar la generación de ideas y los avances científicos.
Tres temas clave
Lo micro se vuelve macro
La construcción de infraestructuras de IA está en manos de unas pocas empresas, cuyo volumen de gasto es tan grande que ya tiene impacto a nivel macroeconómico. En el futuro, los ingresos generados por la IA podrían cubrir estos gastos, aunque no está claro qué parte se llevará cada empresa líder.
BlackRock mantendrá su preferencia por el riesgo y la sobreponderación en renta variable estadounidense para la temática de IA (apoyado en fuertes expectativas de beneficios; aunque algunas empresas no recuperen toda la inversión, el gasto total de capital debería ser rentable), y considera que este es un momento óptimo para la gestión activa.
Aumento del apalancamiento
Superar la “colina de financiación” de la IA, con inversiones adelantadas y beneficios diferidos, exige apoyo financiero a largo plazo, por lo que el apalancamiento es inevitable. Este proceso ya ha comenzado, como lo demuestra la reciente emisión masiva de deuda de las grandes tecnológicas.
BlackRock prevé que las empresas seguirán acudiendo masivamente tanto a los mercados de crédito públicos como privados. El aumento del endeudamiento en ambos sectores puede seguir presionando al alza los tipos de interés. El alto coste de la deuda es una de las razones por las que pensamos que la prima por vencimiento (la compensación exigida por los inversores en bonos a largo plazo) aumentará y elevará los rendimientos. Por ello, hemos reducido la exposición a la deuda pública estadounidense a largo plazo.
Trampa de la diversificación
Las decisiones de cartera tomadas bajo el pretexto de la “diversificación” en realidad representan apuestas activas más grandes que nunca, cuyo objetivo es evitar las escasas fuerzas que actualmente impulsan el mercado. El análisis de BlackRock revela que, tras eliminar factores comunes como valor o momentum, una parte creciente de los rendimientos bursátiles estadounidenses responde a un único motor común. El mercado está cada vez más concentrado y con menos amplitud. Intentar diversificar el riesgo de EE. UU. o la IA recurriendo a otras regiones o índices equiponderados constituye en realidad una decisión activa mayor que antes.
BlackRock considera que la verdadera diversificación implica pasar de visiones generales sobre clases de activos o regiones, a asignaciones y temáticas más detalladas, flexibles y eficaces en distintos escenarios. Las carteras necesitan un plan B claro y estar preparadas para girar rápidamente. En este entorno, los inversores deben reducir la diversificación ciega y centrarse más en asumir riesgos de forma consciente.
Opinión sobre las stablecoins
Al enumerar las “fuerzas superpotentes” que están remodelando la economía y los mercados financieros mundiales, BlackRock pone el foco en cinco áreas: IA, geopolítica, sistema financiero, crédito privado e infraestructuras energéticas.
En cuanto a la evolución del sistema financiero, BlackRock analiza el desarrollo de las stablecoins como único caso. Observa que la adopción de las stablecoins está creciendo y que se están integrando cada vez más en los sistemas de pago tradicionales.
Las stablecoins podrían competir con los depósitos bancarios o los fondos del mercado monetario, y si alcanzan suficiente escala, podrían influir considerablemente en la forma en que los bancos prestan crédito a la economía real. Más allá del sector bancario, BlackRock aprecia el potencial de las stablecoins en pagos transfronterizos. En los mercados emergentes, las stablecoins pueden servir como alternativa a la moneda local para pagos nacionales, expandiendo el uso del dólar, aunque si el uso de la moneda local disminuye, esto podría desafiar el control de la política monetaria y, en cierto modo, respaldar al dólar.
Estos cambios representan un paso modesto pero importante hacia un sistema financiero tokenizado, que evoluciona rápidamente: el dólar digital y los canales tradicionales coexisten y remodelan tanto la intermediación como la transmisión de la política monetaria.
Plan de asignación de BlackRock
Ahora, lo más importante: al final del informe, BlackRock expone su estrategia de asignación de activos, analizando su lógica inversora tanto desde un punto de vista táctico como estratégico. “Más vale copiar al que sabe que devanarse los sesos”; si no quieres pensar demasiado, quizá baste con copiar la tarea.
En horizontes superiores a 5 años (estrategia) y de 6 a 12 meses (táctica), la idea central de BlackRock es la siguiente.
A nivel estratégico:
A nivel táctico:
En mayor detalle, la estrategia de BlackRock para renta variable y renta fija por mercados y su razonamiento es la siguiente: